Una sociedad organizada con alto paro «va en contra de Dios», denuncia el Papa
«Cuando la sociedad está organizada de tal manera que no todos tienen la oportunidad de trabajar, es que la sociedad no va bien, va en contra de Dios», advirtió el Papa el 1 de mayo, Día Internacional del Trabajador. La dignidad -prosiguió- «la da el trabajo, y el trabajo decente»
El miércoles 1 de mayo, fiesta de san José obrero y celebración del Día del Trabajador, el Papa Francisco, en la Misa diaria matutina en la capilla de la residencia de Santa Marta, afirmó que «el trabajo nos da dignidad» y recordó a todos aquellos que quieren trabajar, y no pueden: «Es una carga para nuestra conciencia, porque cuando la sociedad está organizada de tal manera que no todos tienen la oportunidad de trabajar, es que la sociedad no va bien, va en contra de Dios». La dignidad, prosiguió el Papa, «no la da el poder, el dinero, la cultura… la da el trabajo, y el trabajo decente». Francisco también aludió al trabajo que hace esclavos a los hombres, y recordó que los fallecidos en Bangladés vivían con 38 euros al mes.
Horas después, en su catequesis semanal, celebrada en la plaza de san Pedro, en el Vaticano, Francisco reiteró a los fieles presentes que «el trabajo forma parte del plan del amor de Dios y otorga dignidad a la persona». Y pidió que «en la medida de sus responsabilidades, se esfuercen por crear puestos de trabajo y dar esperanza a los trabajadores». El Papa aludió a la figura de san José, «que vivió momentos difíciles y puso su confianza en Dios, que no abandona», y rogó su intercesión «por todos los trabajadores del mundo».
La dignidad del trabajador ha sido un tema muy frecuente en las homilías del actual Papa como arzobispo de Buenos Aires. En 2011, el cardenal Bergoglio celebró una Misa en memoria de las víctimas del incendio del taller clandestino de Luis Viale, donde recalcó que en Buenos Aires, sigue habiendo esclavos: todos esos inmigrantes obligados a trabajar en condiciones inhumanas. La Agencia Informativa Católica Argentina (AICA) recordó esa homilía con motivo del 1 de mayo.