Una parroquia «de procesos de fe, no de consumo de actividades» - Alfa y Omega

Una parroquia «de procesos de fe, no de consumo de actividades»

Santos Inocentes tiene más de 500 personas implicadas en alguno de sus numerosos itinerarios, una labor imposible sin los laicos

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
Los cursos Alpha vertebran muchos de los procesos de crecimiento en la fe de los fieles
Los cursos Alpha vertebran muchos de los procesos de crecimiento en la fe de los fieles. Foto: Parroquia de los Santos Inocentes.

La parroquia de los Santos Inocentes se encuentra en las estribaciones de la madrileña plaza de Legazpi, junto al nudo sur de la M-30, donde antaño se levantaban fábricas y naves industriales que dibujaban el perfil de la capital en los años 60. Al extenderse la ciudad hacia el sur, todo ese entramado industrial de la periferia fue desapareciendo para dejar paso a familias jóvenes que hoy, años después, constituyen los parroquianos habituales junto a profesionales liberales de llegada más reciente.

Su párroco, Rafael Pérez, señala que, al no estar en un entorno de mucha raigambre, la parroquia ha ido adaptándose a su realidad. Lo primero que destaca es que Santos Inocentes «es una parroquia de procesos de fe, no de consumo de actividades puntuales» que, en realidad, son una oferta religiosa «para ser consumida por personas que vienen y se van». En esta línea, el sacerdote afirma que una parroquia «no puede ser un lugar al que la gente viene a recibir un sacramento y celebrar un rito social para luego marcharse a su casa».

La alabanza y la adoración mensual sirven para hacer comunidad entre los fieles de la parroquia
La alabanza y la adoración mensual sirven para hacer comunidad entre los fieles de la parroquia. Foto: Parroquia de los Santos Inocentes.

Para evitarlo, la comunidad trabaja con itinerarios «cuyos hitos son los sacramentos, pero vamos más allá», abunda. Por ejemplo, «aquí no solo preparamos para la Primera Comunión, sino que acompañamos a los niños en su iniciación cristiana», explica. Eso incluye también a los padres, «a los que nos queremos ganar a través de un curso Alpha para que acaben liderando sus familias en el camino de la fe».

Después de esta etapa, ofrecen un camino de discipulado y de seguimiento de Jesús a los jóvenes, que pasa por el sacramento de la Confirmación. Los integran luego según su edad en distintos grupos, incluido uno para jóvenes adultos que organiza excursiones a la naturaleza «para que encuentren un lugar donde socializar en la Iglesia y conocerse en un ambiente sano».

La pastoral matrimonial tiene las mismas coordenadas: los novios tienen su Alpha Novios y los padres de niños de catequesis pueden apuntarse después a Alpha Parejas o a Proyecto Amor Conyugal, dependiendo de si están casados o no. «Queremos que todos crezcan en su relación y no dejar a nadie fuera. Se trata de ofrecer un catecumenado que, en su caso, continúa después de la boda en grupos de matrimonios jóvenes», describe el párroco.

De excursión con los jóvenes adultos de Santos Inocentes
De excursión con los jóvenes adultos de Santos Inocentes. Foto: Parroquia de los Santos Inocentes.

Así, tanto niños como jóvenes, adultos y parejas van pasando continuamente de un proceso a otro, «sin darles respiro», bromea. «Acaba una etapa y empieza otra, siempre teniendo clara la meta: el encuentro con el Señor», añade. Es un in crescendo en el que «queremos que vayan entrando cada vez más en la parroquia y Dios cada vez más en sus vidas».

Y para que la parroquia no se convierta en un conglomerado de grupos atomizados sin relación entre sí, Santos Inocentes organiza tres escuelas: para acompañar a quien lo precise en su maduración espiritual, para interceder por otros y para discipular a otros. A eso se añade una alabanza y adoración mensual para todas las realidades, que junto a la Eucaristía dominical «es un modo de hacer comunidad siempre delante de Jesús, que es quien nos une».

En total, hay más de 500 personas participando en alguno de los procesos que ofrece la parroquia, lo cual sería «totalmente imposible sin la corresponsabilidad de los laicos», cuenta el párroco, «porque los sacerdotes no estamos todo el día encima de ellos». En este sentido, «confiamos muchísimo en su liderazgo, porque lo hacen muy bien».