La archidiócesis de México acogió la «histórica» ordenación sacerdotal de 70 jóvenes
«Con ellos hemos podido cubrir las necesidades pastorales de todas las parroquias de la ciudad excepto de tres de ellas», explica el obispo auxiliar
La secularización de la sociedad es una realidad innegable, de la que desgraciadamente no escapan los seminarios. De hecho, uno de sus efectos más patentes, junto con la caída en picado de la petición de sacramentos, es el vaciamiento de los centros de preparación para el sacerdocio.
En este contexto, la semana pasada tuvo lugar en México una noticia sorprendente: la archidiócesis de Guadalajara llevó a cabo una multitudinaria ordenación, en la que 70 jóvenes se convirtieron en sacerdotes. La celebración fue calificada como «histórica» por la propia Iglesia mexicana.
Alfa y Omega se ha puesto en contacto con los responsables de la Iglesia local, que explican que «el seminario vivió hace tiempo una reforma en los planes académicos. Los tres años de Filosofía se concentraron en dos. De esta forma, hubo un año en que los alumnos de tercero, que pasaban a primero de Teología, se juntaron en esa clase con los alumnos que acabaron segundo de Filosofía», explica Eduardo Muñoz, obispo auxiliar de la archidiócesis de Guadalajara.
Así, el primer curso de Teología reunió aquel año a 70 candidatos, que son los 70 jóvenes que se ordenaron los primeros días de junio. La celebración se tuvo que dividir en tres tandas ante la imposibilidad de meter a los ordenandos y a sus familiares en un mismo templo, por lo que se desarrolló del 3 al 5 de junio en el santuario de los Mártires Mexicanos. «Ha sido una gran alegría para todos. Lo hemos vivido con mucha emoción. Detrás de la celebración no podemos dejar de ver cómo los jóvenes siguen siendo llamados por Dios al sacerdocio y siguen respondiendo afirmativamente», subraya el obispo auxiliar.
Una llamada que en muchos casos se produce dentro de una situación familiar estable y está dirigida a jóvenes que han pasado de una u otra forma por las distintas actividades de la Iglesia. Aunque «también hay otro porcentaje de estos jóvenes, diría que un 30 %, que vienen de un contexto más difícil donde la violencia está a la orden del día», asegura Muñoz.
Necesidades pastorales cubiertas
Durante sus homilías, el cardenal José Francisco Robles, arzobispo de Guadalajara —que «celebró 31 años de vida episcopal ese mismo fin de semana»—, explicó que el sacerdote no es un ángel, no es un ser superior, no pertenece a una casta especial o privilegiada, sino que es un hombre elegido por Dios, tomado de entre sus hermanos, los hombres, para servirlos.
Por este motivo, los nuevos sacerdotes ya han sido enviados a todas las parroquias de la ciudad de Guadalajara, que cuenta con cerca de cuatro millones de personas. «Con ellos hemos podido cubrir las necesidades pastorales de todas las parroquias de la ciudad excepto de tres de ellas», concluye Muñoz.