Abierta otra Puerta Santa en la basílica Santa María la Mayor
«Donde está presente la Virgen no prevalecen los disturbios ni triunfa el miedo. Sus manos maternales acarician nuestras vidas», ha afirmado el cardenal Rolandas Makrickas en el rito de apertura de la cuarta Puerta Santa
Después de dar comienzo al Jubileo de la Esperanza la pasada Nochebuena con la apertura de la Puerta Santa en la basílica de San Pedro, en estos días se han seguido sucediendo más aperturas en diferentes basílicas como la de San Juan de Letrán y lugares especiales por disposición del Santo Padre, como el centro penitenciario de Rebibbia.
Este miércoles, solemnidad de Santa María Madre de Dios y también Jornada Mundial de la Paz, le ha tocado el turno a la majestuosa basílica de Santa María la Mayor. En ella, se ha procedido al rito de apertura de una nueva Puerta Santa que ha sido presidido por el cardenal Rolandas Makrickas, arcipreste coadjutor de esta basílica papal.
En la Eucaristía, de carácter solemne y a la que han asistido numerosos fieles, el prelado lituano ha hecho hincapié en la figura de María y cómo esta es determinante «en la vida de cada cristiano» y en todos los tiempos. «Ella es el camino elegido por Dios. A través de ella, la eternidad y la historia se unen», ha señalado.
Además, en su homilía, Makrickas ha reflexionado sobre el icono mariano Salus Populi Romani que se encuentra expuesto en ese templo y ha afirmado que «donde está presente la Virgen no prevalecen los disturbios ni triunfa el miedo. Sus manos maternales acarician nuestras vidas, su manto nos protege, así como protegió al niño Jesús en el pesebre».
Asimismo, el cardenal ha subrayado que este Año Jubilar es un tiempo de gracia y ha exhortado a todos los peregrinos a estar abiertos para acoger el espíritu de Dios porque «nadie está excluido de este camino de esperanza». De hecho, tal y como ha expresado, «nuestro viaje como peregrinos comienza hoy».