Una nueva asignatura de Religión «para mejorar la sociedad del siglo XXI»
La Comisión episcopal para la Educación y Cultura presenta las conclusiones del foro que darán pie al nuevo currículo de Religión en el marco de la LOMLOE
El presidente de la Comisión episcopal para la Educación y Cultura, Alfonso Carrasco Rouco, obispo de Lugo, presentó este jueves la síntesis final del foro Hacia un nuevo currículo de Religión. Un diálogo entre todos y para todos, que durante dos meses ha dialogado sobre el futuro de la asignatura en el marco de la reforma educativa.
«Se trataba de escuchar el parecer de numerosas personas e instituciones del mundo de enseñanza que desde hace tiempo pedían una renovación del currículo de Religión, algo que se ha visto impulsado por la reforma educativa, que nos obliga también a renovarlo», ha señalado Carrasco Rouco.
Entre febrero y marzo, y a lo largo de cuatro sesiones, los protagonistas de la asignatura de Religión en España participaron en el foro abierto por la Comisión con el objetivo de repensar el currículo de Religión católica.
«Ha sido una manera muy eclesial de trabajar, basada en la colaboración y el trabajo en red», aseguró el obispo, para quien el objetivo final de este proceso es «mejorar los saberes religiosos en beneficio de todos».
Este trabajo conjunto «ha puesto sobre la mesa un profesorado muy activo e implicado en su tarea docente, cuya dedicación a los alumnos a sus familias ha visibilizado aún más la pandemia».
A continuación, el obispo de Lugo ha destacado que «tenemos una asignatura de Religión profundamente eclesial, sin dudas sobre su mensaje esencial», que mejora no solo la formación de los alumnos «sino la misma sociedad en el siglo XXI». En este sentido, la materia «responde a los deseos de las familias de ser los primeros educadores de sus hijos, y contribuye a una sociedad más justa».
Por su parte, la directora del Secretariado de la Comisión, Raquel Pérez Sanjuán, señaló que los trabajos del foro ofrecen como ejes de trabajo para la renovación del currículo «la formación integral, el diálogo y la comprensión crítica de la cultura, el conocimiento de las sociedades y la participación responsable en su construcción social».
Todo ello, «en dialogo con los desafíos de la educación en el marco de la Unión Europea y en línea con el marco de la Lomloe».
Para Pérez Sanjuán, el eje vertebrador es el diálogo entre fe y cultura, pues «la fe es el marco y el diálogo es el camino».