Una madrileña recupera la vista en Lourdes
«Sería equivocar a la gente si lo llamamos milagro». Para ello hay que completar «un proceso de discernimiento médico y espiritual»
La Hospitalidad de Nuestra Señora de Lourdes de Madrid ha concluido este domingo la 101 peregrinación al santuario francés. La afluencia ha sido masiva. Más de 800 personas, entre enfermos y personas discapacitadas, peregrinos y hospitalarios, han convivido durante cinco días, entre el 15 y el 19 de mayo.
«La experiencia de peregrinar y descubrir el amor de Dios por medio nuestra Madre la Virgen María, como nos enseña santa Bernadette desde la sencillez y en los humildes, siempre será la gracia más grande que se concede en Lourdes, pues es la que renueva la vida», explica Guillermo Cruz, consiliario de la Hospitalidad de Lourdes de Madrid, en un texto al que ha tenido acceso Alfa y Omega. No obstante, durante la peregrinación «ha ocurrido un hecho que es extraordinario», afirma el consiliario. Y añade: «Una peregrina que sufre varias enfermedades y tenía una deficiencia visual muy alta, después de hacer el gesto del agua, recuperó la vista». El suceso fue inmediatamente verificado por los médicos y se notificó al santuario, que ya lo ha registrado.
A pesar de lo ocurrido, Cruz deja claro en su escrito que «sería equivocar a la gente si lo llamamos milagro». ¿Por qué? Para que se pueda calificar como milagro hay que completar «un proceso de discernimiento médico y espiritual» guiado «y han de concurrir los siguientes requisitos respecto a la curación: inmediata, completa, duradera e inexplicable». Por tanto, «toca esperar», concluye Cruz, que pide también no «generar falsas expectativas si reducimos los frutos de la peregrinación a un solo acontecimiento».