Una cierta calma vuelve a Sudán y, con ella, miles de refugiados
La toma en marzo de la capital, Jartum, y el restablecimiento de algunos servicios ha hecho que aumente la demanda de retornos voluntarios desde Egipto. El Gobierno fletará cada semana un tren con capacidad para 1.000 personas
La Iglesia en Sudán es «muy prudente» sobre el regreso voluntario de refugiados del país desde Egipto a causa de la ligera mejora de la situación en el país, sumido en la guerra desde abril de 2023. «Obviamente es positivo» que los habitantes del país puedan regresar a sus hogares, asegura el misionero comboniano Jorge Naranjo. Pero «la inestabilidad en el oeste es muy grande y no se puede descartar una marcha atrás».
El Gobierno de El Cairo puso en marcha el plan de retorno voluntario en abril, después de que el 26 de marzo la capital, Jartum, fuera recuperada por las Fuerzas Armadas del país. Desde entonces se ha trasladado ya a 10.000 personas. Pero el pasado lunes entró en una nueva fase: una vez a la semana, un tren trasladará a cerca de 1.000 sudaneses hasta la frontera, para responder al aumento de la demanda.
El comboniano explica que «Egipto tiene dificultad para gestionar un número de refugiados tan alto», que supera el millón y medio. Por eso la acogida no está exenta de restricciones. Así, por ejemplo, «cuando a un refugiado sudanés le caduca el permiso de residencia automáticamente se le bloquea el número de teléfono». Esto, junto a las dificultades para encontrar trabajo, hace que sean «pocos los que están en una situación cómoda».
Por eso, cuando reciben noticias de que «en Jartum gradualmente se restablecen la seguridad y algunos servicios», deciden volver voluntariamente. Y Egipto les facilita el transporte. Los trenes llegan hasta Asuán, a 300 kilómetros de la frontera. Desde allí, los pasajeros son trasladados al puerto fluvial de la Gran Presa de Asuán, donde montan en barcos dispuestos por el Gobierno sudanés para completar su regreso por el río Nilo hasta Jartum, Atbara o Al Qutayna.
En realidad, dentro de esta vuelta a la normalidad, Naranjo considera «un signo de esperanza más sólido» el hecho de que ya se estén dando pasos para que el curso que viene vuelvan a funcionar las universidades. «La primera sesión de los exámenes de selectividad desde que empezó la guerra se realizó en diciembre y la última acabó hace unas semanas. Y el Ministerio de Universidades por primera vez ha abierto el periodo de matriculación» para estos estudiantes.
Según recoge EFE, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) estimó el 17 de julio en 191.075 los refugiados sudaneses que dejaron Egipto en lo que va de 2025. «Si las tendencias actuales continúan, se prevé que cientos de miles de personas podrían regresar a Sudán desde Egipto este año», añadían.