Una cadena solidaria de 121 toneladas
Acaban de cumplir un año y ya colaboran con 59 centros de ayuda y han repartido 120.929,747 kilos de comida. Este grupo de voluntarios ayudan a quienes ayudan a los necesitados. Su símbolo es la cadena solidaria…
Ayudar a quien ayuda (Aaqua) son un grupo de voluntarios que hacen eso mismo, ayudar a los centros, en sentido amplio, que ayudan a los necesitados. Acaban de cumplir un año de vida y ya están entregando regularmente comida a 59 de ellos: Parroquias, conventos, comedores sociales, asociaciones benéficas…
«Nosotros ayudamos a todos aquellos centros e instituciones que no reciben ayuda, ni subvenciones de otros sitios. Complementamos la labor que hace el Banco de Alimentos, con productos que ellos no pueden entregar», asegura José de Juan, coordinador general. Él y su mujer dirigen el grupo de voluntarios, pero en Aaqua todos arriman el hombro, «todos somos voluntarios, todos somos igual de importantes», asegura.
El número de voluntarios fluctúa mucho pero son cientos de personas «las que normalmente nos echan una mano. Aquí ofrecemos ayuda directa. El mismo que hace la donación puede venir y ayudar a entregar su propia donación», explica José. Y, además, lo pueden hacer en familia. Es muy frecuente ver a padres con sus hijos que dedican el sábado a cargar su coche con alimentos y entregarlos a los centros de ayuda.
Cadena humanitaria solidaria
Aaqua tiene una particular forma de trabajar. Ellos lo llaman la cadena solidaria. Hacen una fila desde el almacén hasta el coche y van cargando miles de productos que posteriormente entregan en directo a los centros.
La asociación es independiente pero el Albergue de la Paz de los Hermanos de San Juan de Dios les deja un local para que puedan almacenar toda la comida. Y esto es casi imprescindible pues en el año de vida que tienen ya han repartido 120.929,747 kilogramos, es decir, casi 121 toneladas de alimentos.
Esa ayuda es personalizada. «Hablamos con los centros, vemos sus necesidades e intentamos cubrírselas. Y lo hacemos gracias a los generosos donativos, nunca en forma de dinero, de personas particulares y empresas», asegura José. Por ejemplo, las 33 Comisarias de la Jefatura Superior de Policía han hecho campaña para Aaqua.
«Ha sido un año largo, hemos pasado frío, calor, soportado atascos, lluvias, manifestaciones…pero ni un solo sábado que hayamos tenido un grano de arroz que repartir hemos dejado de hacerlo y de estar ahí madrugando, peleándonos con los números, sonriendo y divirtiéndonos. ¡¡Un Año Maravilloso!!», aseguran desde el grupo de voluntarios.