«Una bonita experiencia de Iglesia»
«Hacer una peregrinación con jóvenes en verano es una magnífica ocasión para llegar a ellos, porque es el tiempo en el que están quizá menos ocupados, pero al mismo tiempo se encuentran más abiertos para hacer una experiencia espiritual», afirma el sacerdote Luis Melchor, director del Secretariado de Infancia y Juventud de Madrid, al habla con Alfa y Omega desde Cantabria, donde 200 jóvenes madrileños están participando estos días en una peregrinación diocesana que les llevará a los santuarios de Bien Aparecida, Loyola, Lourdes y Barbastro.
Al final serán once días «de austeridad y sencillez, en los que dormimos en polideportivos, hacemos colas en los baños y otras incomodidades», afirma Luis Melchor, «pero eso sin embargo nos permite ir a lo esencial. Poco a poco van dejando los móviles y los altavoces y van dejando al descubierto un corazón sediento de Dios, que es a quien más necesitan».
En este sentido, el director del secretariado comenta que «el primer día estaban un poco encerrados en sí mismos, pero al empezar a conocer a otros van dejando sus dispositivos. Es muy bonito comprobar cómo desconectan los altavoces para juntarse unos con otros a cantar y tocar la guitarra». Además, la convivencia entre todos y el compartir estos días con 16 sacerdotes «ayuda a todos estos jóvenes a hacer una experiencia muy bonita de Iglesia».