La Iglesia católica en España pone en marcha, un año más, un importante ejercicio de transparencia y rendición de cuentas con la publicación de su Memoria anual de actividades. Este documento no solo busca cuantificar la labor realizada, sino también visibilizar la inmensa entrega de las miles de personas que sostienen su servicio.
La Memoria del año 2024 nos habla de la vitalidad de la Iglesia desarrollando su misión de anunciar y celebrar la fe. Anualmente, cerca de 500.000 personas se acercan a alguna de las casi 23.000 parroquias para recibir los sacramentos, sin contar con los 8 millones de personas que asisten regularmente a misa en nuestro país. Cientos de miles de personas llevan a cabo esta misión entre sacerdotes, diáconos, seminaristas, consagrados, catequistas, misioneros fuera de nuestras fronteras, e incluso profesores en centros de enseñanza católicos y de religión, cofrades, laicos asociados y tantas otras personas voluntarias y fieles que cada día entregan unas horas de su vida en esta labor.
Los datos de la Memoria del año 2024 revelan el impacto de la actuación de la Iglesia en diversos ámbitos de la sociedad española. El ámbito asistencial es uno de los pilares más extensos de su labor. La labor de la Iglesia alcanza a cerca de 4.000.000 de personas solo en esta área, ofreciendo una respuesta directa a las realidades más vulnerables de nuestro país. Esta acción se canaliza a través de más de 9.000 centros gestionados por Cáritas, congregaciones religiosas, centros diocesanos y asociaciones. Su trabajo abarca desde hospitales y residencias de mayores, hasta comedores sociales, centros de ayuda a inmigrantes, personas con discapacidad o apoyo a la mujer, menores, familias, etc. En medio de la cultura del descarte que impregna nuestra sociedad, la atención cercana y constante de la Iglesia se hace ciertamente necesaria para tantas personas, sin olvidar el ámbito rural, donde se concentra la mayoría de parroquias.
Las diócesis han aumentado en casi 7 millones de euros la cantidad directa destinada a actividades asistenciales.
Un momento clave que reflejó la esencia de su misión fue la tragedia de la DANA, que ocupa un lugar especial en esta Memoria de 2024. La Iglesia, a través de sus estructuras parroquiales y de Cáritas, se movilizó como una entidad de primera respuesta. La labor fue integral y unida al del resto de personas e instituciones, abarcando desde la limpieza física del barro y ayuda económica, hasta la oración y el consuelo espiritual de las víctimas y sus familias.
A pesar del paso del tiempo tras la DANA, la Iglesia católica sigue pendiente de las zonas afectadas, tanto de las necesidades materiales como espirituales, para que el apoyo persista más allá de la emergencia inicial.
Esta inmensa labor de la Iglesia se sostiene sobre una impresionante base de entrega y dedicación. Los sacerdotes invierten más de 50 millones de horas al año, no solo en celebraciones, sino también en catequesis y acompañamiento. A su lado, miles de seglares, catequistas y voluntarios aportan también su tiempo y dedicación, al lado de las familias, jóvenes, personas solas, mayores o enfermas y personas vulnerables que se acercan cada día a las parroquias.
Además, la Iglesia custodia un importante patrimonio cultural y es consciente del interés que suscita dicho patrimonio y lo pone a disposición de todos, acometiendo cada año el mantenimiento necesario que permita el continuo disfrute de todos. Durante el año 2024 se han llevado a cabo 842 proyectos para rehabilitar dicho patrimonio en las diócesis, destinando un total de 91 millones de €.
La Memoria también destaca la creciente confianza de la sociedad en la Iglesia, con más de 9 millones de personas que colaboran con la Iglesia a través de su declaración de la renta. Una parte de la actividad que realiza la Iglesia es precisamente gracias a esta asignación tributaria. Los españoles reconocen y apoyan el esfuerzo de la Iglesia en todos estos frentes, registrándose 100.000 declaraciones más a favor de la Iglesia católica en 2024. Se informa en las páginas de la memoria del destino que han tenido todos estos recursos que llegan a través de los contribuyentes, dando cuenta hasta del último céntimo recibido y entregado. Por ejemplo, durante el año 2024 se destinó 1.018.856€ a la rehabilitación de la parroquia Nuestra Señora del Pilar de Catarroja (Valencia), afectada por la DANA.
La gran variedad de trabajos que realizan las entidades de la Iglesia en España tienen una repercusión también a nivel socioeconómico en sectores clave de la economía y ahorran al Estado anualmente miles de millones de euros.
Así, el gasto de la actividad de la iglesia diocesana en España (diócesis con sus parroquias, centros de formación y Conferencia Episcopal) es de 1.428M€, lo que supone 4 veces más en relación a lo aportado por la asignación tributaria, generando un impacto en el PIB de 2.375 millones, y contribuyendo a la creación y el mantenimiento de más de 50.000 puestos de trabajo.
Una Memoria que, para mayor dosis de transparencia, revisa cada año una auditora externa desde hace 14 años, y que permite cada año mostrar a todos más y mejor, lo que es y lo que hace la Iglesia.