Una asociación promoverá la amistad y la evangelización de la mano de Tolkien

John Ronald Reuel Tolkien (1892-1973), el popular autor de El Señor de los Anillos, fue un católico convencido. Su obra de ficción transcurre en un pasado imaginario, en la Tierra Media y otros espacios de la fantasía. Pero en sus tramas y simbología se destilan las virtudes cristianas, especialmente las teologales: fe, esperanza y caridad. En una carta del 2 de diciembre de 1953 a su amigo el jesuita Robert Murray, Tolkien escribió: «El Señor de los Anillos es, por supuesto, una obra fundamentalmente religiosa y católica; de manera inconsciente al principio, pero luego cobré conciencia de ello en la revisión». Y un poco después: «El elemento religioso queda absorbido en la historia y el simbolismo».

Profundizar en este legado es el objetivo de la Asociación Tolkien Católica de España, que está a punto de nacer. «Esta asociación nace en parte por aplicar aquello de san Juan, capítulo 11: “reunir a los hijos de Dios dispersos»», explica Pablo J. Ginés, periodista, padre de familia y fan apasionado desde los 12 años. «Muchos cristianos son entusiastas de la obra de Tolkien y necesitan poder compartirla y profundizar en ella, y también expresarla, desde el arte, la poesía, el juego, la música y otras disciplinas, y ligándola con su fe».

Prueba de ello es que en solo 24 horas, más de un centenar de personas se han interesado por la iniciativa. Entre ellas, casi un tercio procedentes de Hispanoamérica. También hay una gran variedad de edades, desde niños a personas mayores.

Conversos de El Señor de los Anillos

Así, la Asociación Tolkien Católica tendrá varias dimensiones: habrá una vertiente más lúdica y divertida; otra más académica, de estudio y divulgación; otra social y creativa, y una parte espiritual y evangelizadora, «muy clara y directa. Los cristianos se sentirán acogidos, pero también serán animados a evangelizar, a compartir lo que reciben. Probablemente suceda de manera muy natural, a través de la amistad», detalla Ginés.

Como periodista, él ha constatado la capacidad de la obra de Tolkien para tocar mentes y corazones y acercar a Cristo. En su libro Conversos, buscadores de Dios, recoge por ejemplo el caso de Fredric Heinemann. Era un joven ateo e hijo de ateos, con inquietudes filosóficas. Leyendo a Tolkien, «se hizo las preguntas sobre el bien y el mal que le llevaron a la fe católica».

Más reciente es el caso de James M. Spahn, escritor de juegos de rol, autor del popular juego The One Ring. «Me contó su conversión, entusiasmado y un poco asombrado todavía. Era ateo, criado en una familia sin religión. En cierta época exploró muchas religiones exóticas. Le extrañó que Tolkien fuera católico convencido. Quiso explorar eso, leyó a autores que son fans de Tolkien, como Peter Kreeft, Joseph Pearce o el obispo Barron». Se hizo católico en 2021. «Mi propia esposa se bautizó a los 28 años como parte de un proceso que empezó con la obra de Tolkien, así que lo he visto actuar en casa».

Un entorno de amistad para los jóvenes

La asociación nace por la convicción de cuatro amigos de que era necesario un grupo así y de que Dios ponía esa pasión en sus corazones. Son el sacerdote Antonio Izquierdo, párroco en Móstoles (Madrid); Diego Blanco Albarova, autor de los libros juveniles de la serie El fuego secreto; Joaquín Ocaña, un tolkieniano apasionado con experiencia en organización de grupos, y Ginés. «No estamos de acuerdo en todo, ni sobre el tolkienismo ni sobre otras cosas, pero sí en nuestro amor por Cristo y la Iglesia, en la necesidad de evangelizar, en la importancia de la obra de Tolkien y en el poder de la amistad y la cultura».

Pablo Ginés tiene experiencia en estas lides: ayudó a fundar el grupo de la Sociedad Tolkien Española en Barcelona en 1991. «En esos días no había Internet, todo se hacía con cartas de papel, sellos, horas al teléfono…». Fue también el segundo presidente de la Sociedad Tolkien Española. «Me recorrí buena parte de España en autocares para animar y apoyar los grupos nuevos que iban saliendo». Ahora también quieren crear grupos presenciales locales, basados en la amistad, la oración y la afición por Tolkien. Pero, confiesa, «ahora esperamos usar más Zoom y menos autocar».

Excepto Antonio Izquierdo, que es sacerdote, los otros tres promotores son padres de familia. «En parte, una de las cosas que nos impulsa es poder ofrecer entornos de amistad, fe y cultura a nuestros hijos y a otros jóvenes. Hay muchas ideologías dañinas que quieren el corazón de nuestros hijos, y la mejor forma de protegerles es con oración, con belleza y con amistades sinceras apoyadas en Cristo», modelo del «amigo bueno, que da la vida por sus amigos».

En este sentido, subraya que aunque «vamos a ofrecer cultura y teología, y a veces incluso erudición. Pero sobre todo queremos que surjan lazos de amistad, especialmente entre jóvenes. Ellos son los que van a dar vida y marcar las sendas de esta aventura», detalla Ginés.

Apertura creativa

La asociación se declara católica («aceptamos con gusto el Catecismo») y «ortodoxa en doctrina aunque muy abierta en lo literario y creativo», apunta el periodista. «Queremos que las personas creativas se sientan muy a gusto y acogidas en la asociación».

La Asociación Tolkien Católica nacerá oficialmente el sábado 25 de Marzo, Día Internacional de Leer a Tolkien, con un «encuentro fundacional» en el Colegio Internacional J. H. Newman, de Madrid (Avda. Guadalajara 28-32). La cita arrancará con la Misa a las 10:30 horas en la capilla, con fotos del santo cardenal Newman.

«Fue él quien fundó el Oratorio de Birmingham, donde Tolkien fue monaguillo y creció en la fe. Estamos pidiendo su intercesión para esta aventura, y ya hemos notado su intervención». Después, se presentará el proyecto. «Y también leeremos fragmentos de Tolkien, es lo que toca ese día». Para más información, se puede contactar con la asociación a través del correo electrónico: tolkiencatolico@gmail.com.