Un recuerdo para «los muchos jóvenes de países de donde era imposible salir» - Alfa y Omega

Un recuerdo para «los muchos jóvenes de países de donde era imposible salir»

Antes del rezo del ángelus, el Papa volvió a citar a las dos chicas fallecidas en el contexto jubilar, «Pascale, quien murió de un infarto camino a Roma», y la madrileña María, «quien falleció antes de emprender el viaje»

Redacción
El Papa León XIV entre el millón de jóvenes en Tor Vergata.
El Papa León XIV entre el millón de jóvenes en Tor Vergata. Foto: CNS / Lola Gómez.

Al término de la Eucaristía y antes del rezo del ángelus, el Papa dirigió sus palabras a aquellos jóvenes en situaciones difíciles, «con los jóvenes de Gaza, Ucrania y las tierras bañadas por la sangre del conflicto». Y volvió a citar a las dos chicas fallecidas en el contexto jubilar, «Pascale, quien murió de un infarto camino a Roma, y con María, quien falleció antes de emprender el viaje».

No quiso dejar de citar a «quienes nos acompañan —obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas y educadores— que cuidaron de estas «caravanas» de jóvenes, incluidos los más jóvenes» y emplazó a los presentes a la Jornada Mundial de la Juventud en Seúl, Corea del Sur, en 2027. Nuestros pensamientos están también, y sobre todo, «con los muchos jóvenes que no pudieron asistir al evento en Roma, procedentes de países de donde era imposible salir».

Y citó expresamente que, «en comunión con Cristo, nuestra paz y esperanza para el mundo, estamos más cerca que nunca de los jóvenes que sufren los males más graves causados por otros seres humanos. Estamos con los jóvenes de Gaza, con los jóvenes de Ucrania, con los de todas las tierras ensangrentadas por la guerra».

Al observar este mal, León XIV, señalando directamente a los jóvenes que escuchaban atentos: «Ustedes son la señal de que un mundo diferente es posible: un mundo de fraternidad y amistad, donde los conflictos se resuelvan no con las armas, sino con el diálogo».

Queridos amigos, añadió, «unidos a Jesús como los sarmientos a la vid, darán mucho fruto; serán la sal de la tierra, la luz del mundo; serán semillas de esperanza en todas partes: en la familia, con los amigos, en la escuela, en el trabajo, en el deporte. Semillas de esperanza con Cristo, nuestra esperanza».

Finalmente, renovó la invitación que el Papa Francisco extendió en Lisboa hace dos años: jóvenes de todo el mundo se reunirán con el Sucesor de Pedro para celebrar la Jornada Mundial de la Juventud en Seúl, Corea del Sur, del 3 al 8 de agosto de 2027.

«Nos vemos en Seúl entonces: ¡sigamos soñando juntos, sigamos esperando juntos!». Y sus últimas palabras fueron para los ausentes: «Les pido que transmitan también un saludo a los numerosos jóvenes que no han podido venir y estar aquí con nosotros». En muchos países donde era imposible salir, «hay lugares donde los jóvenes no pudieron hacerlo por razones que conocemos. Lleven esta alegría, este entusiasmo, al mundo entero. Ustedes son la sal de la tierra, la luz del mundo, y lleven este saludo a todos sus amigos, a todos los jóvenes que necesitan un mensaje de esperanza».