Un proyecto común para todos los laicos
España contará con un Consejo Asesor de Laicos, un equipo de trabajo en el que estarán representados todas las realidades
Los laicos en España siguen en marcha. Tras unos meses de incertidumbre por la pandemia, las distintas realidades implicadas en el apostolado seglar —Conferencia Episcopal, diócesis, grupos y movimientos…— han sentado las bases para profundizar en las conclusiones del Congreso de Laicos, celebrado en febrero, y marcado una ruta que seguir para los próximos años que busca concretar «un proyecto común de apostolado seglar en España», reconoce Luis Manuel Romero, director del Secretariado de la Comisión Episcopal de Laicos, Familia y Vida, en entrevista con Alfa y Omega.
El marco ha sido la Jornada Nacional de Apostolado Seglar, celebrada el pasado sábado, a la que asistieron, virtual y presencialmente, un total de 150 personas. Un encuentro que ha servido para renovar la «ilusión y la esperanza» de los laicos y para poner de manifiesto que, en estos momentos de pandemia, «hace falta ser más que nunca una Iglesia en salida y estar ahí». «No podemos obviar la situación actual y, por eso, todo lo vivido en el congreso tiene hoy todavía más actualidad. Hace falta insistir más. Son momentos muy importantes para la Iglesia, no para que nos escondamos», añade.
Así, este primer curso va a servir para interiorizar y hacer una recepción de todo lo que salió del citado congreso: actitudes, procesos y propuestas. Todo ello, desde dos claves que han estado muy presentes y que son el discernimiento y la sinodalidad. También para darlo a conocer e implicar a todos los laicos, también los que trabajan en campos específicos como el de la juventud, la familia o las hermandades y cofradías. Para ello, se ha pedido a las diócesis que creen grupos de trabajo para llevar a cabo esta labor de difusión.
Un proceso de años
Los años siguientes comenzará la reflexión sobre los itinerarios ya planteados —primer anuncio, formación, acompañamiento y presencia pública—, a los que se dedicará entre dos y tres años, una profundización que que culminará con un encuentro nacional sobre cada uno de ellos.
Para coordinar este proceso se va a crear el Consejo Asesor de Laicos, «un equipo de trabajo y de servicio», en palabras de Luis Manuel Romero, donde van a estar representados todos los laicos. Estará formado por un delegado de Apostolado Seglar de cada provincia eclesiástica, la presidenta del Foro de Laicos, representantes de movimientos y asociaciones, algún miembro de CONFER, el obispo presidente de la Comisión de Laicos, Carlos Escribano, y el propio Romero como director.
Ayudará mucho en esta tarea la Guía de Trabajo del Poscongreso, un documento que recoge las conclusiones y las aportaciones de los diferentes grupos de reflexión del Congreso de Laicos y al que se ha añadido una parte de contexto, donde se recuerda la importancia de la vocación laical, de la comunión y de la corresponsabilidad, pero también se hace una lectura de la situación provocada por la pandemia. Además de recoger los cuatro itinerarios, hace una «propuesta metodológica que ayude a concretar y a aterrizar lo que allí aparece».