Un programa «eficaz» para rechazar las drogas y el alcohol
Investigadores de Santiago de Compostela y de Sevilla introducen en España Mantente REAL, una ayuda para que los menores sean «más asertivos» cuando les proponen beber o fumar
«Lamentablemente, el alcohol es hoy prácticamente la única manera de ocio que perciben los jóvenes para entablar relaciones sociales», explica Xosé Antón Gómez Fraguela, profesor de Psicología de la Universidad de Santiago de Compostela (USC).
Gómez Fraguela es uno de los coordinadores en España del proyecto Mantente REAL, una propuesta de formación para chavales de entre 11 y 15 años que ayuda a desarrollar habilidades personales y sociales que los protejan del consumo de alcohol y de drogas. «Lo que necesitan a estas edades es sobre todo seguridad y capacidad de comunicación para resistir la presión de grupo que les lleva a consumir», asevera Gómez Fraguela.
El programa, por sus siglas, consiste en doce sesiones en las que los chicos aprenden a Rechazar, Explicar, Alejarse y Levantarse (REAL) en el momento en que alguien de su entorno les propone tomar una copa, fumar un cigarro o consumir drogas.
La primera estrategia hace referencia a la capacidad de decir no de forma clara, directa y respetuosa. Explicar consiste en dar una o más razones válidas y sólidas para rechazar el consumo. Por su parte, la estrategia de alejarse supone no ir a lugares, situaciones o con personas que puedan conllevar comportamientos de riesgo. Y la última estrategia es abandonar directamente una situación en la que no se quiere estar, sin tener que dar explicaciones.
Para acostumbrar a los chicos a utilizar estas dinámicas, son sus propios profesores los que les ofrecen diapositivas y vídeos, y organizan debates y representaciones teatrales, que refuerzan la capacidad de los alumnos para ser «más asertivos en situaciones donde sus amigos deciden beber o fumar», dice el investigador.
Originalmente, el programa nació en la Universidad de Arizona, donde mostró su efectividad entre la comunidad de menores hispanos. Luego se extendió a otros países tan dispares como Kenia, China o México, y hace dos años lo conocieron algunos profesores de la Universidad de Santiago de Compostela y de la Universidad Pablo de Olavide, de Sevilla, que lo implantaron el curso pasado de modo experimental en algunos institutos de su zona. «Ahora lo queremos llevar a gran escala a nivel nacional, porque hemos visto que funciona», afirma Gómez Fraguela.
«Ellos son los responsables»
Durante los cuatro meses que ha durado el proyecto piloto en los institutos, los investigadores siguieron la conducta de los menores que recibieron la formación, y la compararon con la de otro grupo de iguales que no la recibió. Así, constataron que gracias a estas estrategias, los jóvenes del programa presentaron menos de la mitad de consumo de alcohol y una tasa imperceptible de borracheras con respecto a sus compañeros del otro grupo. Lo mismo pasó con el consumo del tabaco, e incluso los menores que ya fumaban cannabis afirmaron haberlo consumido en menor medida.
Para el profesor de Psicología de la USC, los menores a los que va dirigido Mantente REAL «están en una fase especialmente sensible. Han salido de la protección de la escuela primaria y llegan al instituto, donde se mezclan con chicos mayores». Además, «empiezan a construir su personalidad alejándose del paraguas de su familia e identificándose con un grupo de iguales», por lo que «este es el momento en el que comienzan a experimentar con sustancias, y así lo muestran todas las estadísticas».
De ahí la importancia de un programa que «enseña de manera eficaz un abanico de posibilidades a los chavales para manejarse en cada situación. Porque al final, ni padres ni profesores pueden estar detrás de ellos en todo momento. Ellos son los principales responsables de su bienestar».
«Yo insultaba a mi madre, y alguna vez que otra la agredí», afirma Pedro, de 16 años, uno de los menores atendidos en el proyecto Conviviendo, de la Fundación Amigó. Casos como este son los abordados por la fundación en el informe Violencia filioparental en España, hecho público la semana pasada. El estudio señala que los expedientes abiertos a jóvenes por violencia en el hogar ascendieron durante el año pasado a 4.699, frente a los 5.055 de 2019. Para María José Ridaura, psicóloga de la Fundación Amigó, «es verdad que ha habido un descenso, pero no se puede decir que haya sido significativo». El de la violencia de hijos a padres sigue siendo «un problema real» en muchas casas, para el que afortunadamente «hay esperanza».
Por ello, Amigó ofrece el programa Conviviendo, una alternativa «totalmente gratuita y no judicial» para las familias, porque «no existe el gen de la violencia, es algo que se puede resolver».