Un preocupante Anteproyecto: Pros y contras de la futura Ley de Educación - Alfa y Omega

Un preocupante Anteproyecto: Pros y contras de la futura Ley de Educación

La Hermana María Rosa de la Cierva, miembro del Consejo Escolar del Estado, analiza el anteproyecto de Ley de Educación presentado por el Gobierno

María Rosa de la Cierva

El anteproyecto de Ley del Gobierno por el que se reforma la Ley de Calidad de la Enseñanza se ha presentado diez meses después de la paralización de la LOCE. Tras una primera lectura, se pueden decir muchas cosas de este texto.

A favor

  • Cultura del esfuerzo: En la Exposición de motivos se insiste en el valor del esfuerzo, recogiendo la preocupación de la LOCE por implantar la cultura del esfuerzo. Bienvenido sea. Este aspecto responde, sin duda, al reconocimiento de los diagnósticos acertados de la misma Ley de Pilar del Castillo y Gobierno del Partido Popular. Lástima que las soluciones allí propuestas, sin duda alguna acertadas, fueron rechazadas por el actual Gobierno. Por falta de consenso social y político, dice. Una pregunta: ¿hay consenso ahora con este Anteproyecto?
  • Desarrollo de la personalidad: El primer fin de la nueva Ley será el «del pleno desarrollo de la personalidad y de las capacidades de los alumnos», teniendo en cuenta la Constitución y la LOCE.
  • Elementos añadidos: La propuesta del Gobierno recoge algunos aspectos que no habían sido añadidos en el borrador presentado en mayo: se restituyen, en cierto sentido, los itinerarios en 4º de la ESO; se conservan los Programas de Iniciación Profesional; y se mantiene la atención especializada a los alumnos con necesidades específicas, como extranjeros, superdotados o con alguna discapacidad.

En contra

  • Formación religiosa y moral
    • En una cuidada y amplia Exposición de motivos no hay referencia alguna a la formación religiosa y moral; hay que llegar a la Disposición Adicional 2ª para leer algo de esta enseñanza, imprescindible para el «pleno desarrollo de la personalidad de los alumnos», esto es, de su educación integral.
    • Al eliminar cualquier referencia a la formación religiosa no confesional o cualquier alternativa, incumple ya el Acuerdo sobre Enseñanza y Asuntos Culturales suscrito entre la Santa Sede y el Estado español, donde se dice que «el hecho de recibir o no enseñanza religiosa no supondrá discriminación alguna en la actividad escolar», y que «incluirá la enseñanza de la Religión católica en condiciones equiparables a las demás asignaturas fundamentales».
    • Elimina cualquier referencia a la Religión al enumerar las áreas o asignaturas de cada etapa educativa.
    • Reconoce el derecho al «pleno desarrollo de la personalidad de los alumnos», esto es, a la educación integral, pero margina la dimensión religiosa.
  • Carácter propio: Se trata con una incoherencia jurídica y práctica increíble. Por una parte, reconoce el «derecho de los Titulares a establecer el Carácter Propio», pero el mismo Anteproyecto, en el artículo sobre la admisión de alumnos, dice: «En ningún caso habrá discriminación en la admisión de alumnos por razones ideológicas, incluido el carácter propio del centro, religiosas, morales, sociales o de nacimiento». El derecho a establecerlo supone el deber de respetarlo. ¿Cómo hacer efectivo este derecho si se entiende por discriminación la efectividad del deber de respetarlo?
  • Educación para la ciudadanía: Se trata de una seudo-educación moral que sustituye, nada menos que en cuatro cursos, el curso existente en 4º de Secundaria Obligatoria de Ética, que ya suscitó, en su día, una fuerte réplica y protesta por los padres, ya que, en uno y otro caso, conlleva una imposición a los mismos padres, a quienes, según la Constitución española, «los poderes públicos tienen el deber de garantizar su derecho de elegir el tipo de educación religiosa y moral según sus convicciones». Se trata de una imposición estatal propia de los regímenes totalitarios.
  • Educación Infantil: Por una parte, se afirma que «el segundo ciclo de la Educación Infantil será gratuito». Y en este mismo apartado se añade: «Las Administraciones Educativas garantizarán la existencia de plazas suficientes en los centros públicos y podrán establecer conciertos con centros privados en el contexto de su programación educativa». El contraste verbal es significativo: «Garantizarán» / «Podrán establecer conciertos». Se cercena claramente el derecho de los padres a elegir centro, tipo de educación para sus hijos. La libertad de enseñanza, garantizada en la Constitución española, se incumple flagrantemente.
  • Servicio de interés público: Reiteradas veces, este Anteproyecto se refiere a la Educación sólo como Servicio público, cuando lo real es que se trata de un Servicio de interés público que ofrece tanto la Enseñanza pública como la privada. Es imprescindible que la Administración reconozca la doble red de manera efectiva.

Esperemos que no sea una ocasión perdida, y que en los meses de estudio, diálogo y debate que se avecinan, podamos, entre todos, mejorar un Anteproyecto tan preocupante.