Un plan para «tiempos recios»
La Iglesia de Madrid presenta el segundo año del Plan Diocesano Misionero que invita a reflexionar sobre las casas a las que llevar la salvación
Estos meses de pandemia son «tiempos recios», según el cardenal Carlos Osoro utilizando palabras de santa Teresa de Jesús. Pero también son «tiempos de gracia». Lo asegura en una carta escrita con motivo del arranque del segundo año del Plan Diocesano Misionero (PDM), en la que añade: «Tiempos donde la fuerza de Dios se manifiesta como nunca, […] donde el Espíritu siembra nuevos dones» para trabajar y esforzarse por «encontrar caminos para anunciar el Evangelio».
Este es el fin del PDM, que se guía por el objetivo heredado del Plan Diocesano de Evangelización (PDE): conseguir la conversión pastoral soñada por el Papa Francisco. En este sentido, aunque en marzo quedaron en suspenso los trabajos del plan, el tiempo de coronavirus ha supuesto para la Iglesia un «salto cualitativo», asegura Carlos Aguilar, de la Comisión de Evangelización, que coordina el PDM. La creatividad se ha puesto al servicio de la evangelización con cambios de horarios, de métodos y uso de las nuevas tecnologías. Por eso, Aguilar ve un «signo de la Providencia» en las circunstancias presentes: «El Señor nos invita a hacer este cambio».
Al cuidado de las familias
Tomando como base la carta pastoral del arzobispo de Madrid «Quiero entrar en tu casa», que parte del relato evangélico de Zaqueo, el PDM tratará de ver «dónde debemos entrar en estos momentos y cómo vamos a entrar». Ya antes de la pandemia, el plan «invitaba a concretar acciones pastorales y evangélicas» que atendieran tres realidades detectadas como prioritarias: la familia, los jóvenes y la implicación social de los cristianos en el mundo. Ahora, esto se ve corroborado por los trabajos de las comisiones sectoriales creadas en el desconfinamiento, a instancias del cardenal Osoro, para aportar luz en la crisis provocada por el coronavirus.
«Durante el confinamiento afloraron tensiones y dificultades en las familias» y se impone «cuidarlas y situarlas como protagonistas de la acción evangelizadora de la Iglesia», explica Aguilar. «La evangelización empieza en la familia pero también se hace con las familias y desde las familias». De hecho, y debido a las restricciones por motivos de seguridad que se imponen en este curso, incluso podrían constituirse como grupos del PDM, además de los ya establecidos.
La reconstrucción social es otro de los caminos en los que entrar y que recorrer. «Se nos invita a mirar con los ojos de Jesús qué realidades nos llaman a esto: el mundo del trabajo, la polarización…». Coincide que, tras abordar la carta pastoral del cardenal Osoro (octubre – diciembre), el primer núcleo para trabajar este curso (enero – febrero – Cuando entréis en una casa), parte del pasaje del Evangelio del envío de los 72, precisamente con el mandato de llevar la paz. El segundo (marzo – abril – Estando en la casa) tendrá como base la vocación de Mateo, porque el camino llevará al cristiano a cruzarse con personas que precisan de un encuentro con Jesucristo para dar sentido a sus vidas. Y el tercer núcleo (mayo – junio – Llevando la salvación a los de casa) abordará los textos de Jairo y la hemorroísa; como ellos, habrá gentes en situaciones trágicas o aparentemente sin solución a las que ofrecerles a Jesús como salvación y Salvador. Todos los trabajos se harán mediante la lectio divina y los materiales pueden encontrarse ya en plandiocesanomisionero.com.
Este segundo año del PDM se presentará online el próximo martes, 20 de octubre, a las 20:00 horas, a través del canal de YouTube del Arzobispado (youtube.com/archimadrid). El acto, presidido por el cardenal Osoro y el obispo auxiliar José Cobo, está pensado para sacerdotes de las vicarías y, en general, para todos aquellos interesados en los trabajos.