Un obispo anglicano vuelve al catolicismo
Gavin Ashenden, que este domingo se convertirá en católico, probó varias realidades anglocatólicas y disidentes antes de llegar a la conclusión de que «solo la Iglesia católica, con el peso del magisterio, tiene la integridad eclesial, la madurez teológica y la potencia espiritual para defender la fe, renovar la sociedad y salvar almas en la integridad de la fe»
El camino hacia la Iglesia católica de Gavin Ashenden, el obispo de tradición anglicana que este domingo será admitido a la plena comunión con Roma, no ha sido sencillo. Ha reconocido que se siente especialmente identificado por la experiencia de san John Henry Newman, que «hizo todo lo que pudo para seguir siendo un anglicano fiel y renovar su Iglesia madre con el vigor y la integridad de la tradición católica».
Pero, como el cardenal inglés canonizado el 14 de octubre por el Papa Francisco, ha constatado que «la Iglesia de Inglaterra está inclinada a arraigarse en la cultura secularizada en vez de en la integridad y visión de los valores bíblicos, apostólicos y patrísticos».
A lo largo de su evolución personal, Ashenden ha navegado por todo un archipiélago de movimientos anglocatólicos y tradicionalistas que intentan conservar los valores de la tradición cristiana dentro del universo anglicano. Ha sido miembro de la Sociedad de la Santa Cruz, una sociedad internacional de pastores anglicanos que se consideran herederos del Movimiento de Oxford. También se implicó en Forward in Faith (Adelante en la Fe), una rama del anglocatolicismo especialmente combativa frente a la ordenación de mujeres como pastoras y obispas.
Los continuadores del anglicanismo
Al principio, la pertenencia a estos grupos no le impidió ocupar cargos de relevancia. Entre 1995 y 2012 fue miembro del Sínodo General de la Iglesia de Inglaterra, y en 2008 fue nombrado capellán de la reina, un reconocimiento honorífico del que disfrutan una treintena de clérigos anglicanos.
Finalmente, cuando en 2017 abandonó la Iglesia de Inglaterra por oponerse a que se leyera un fragmento del Corán en una celebración en la catedral de Santa María, en Glasgow, optó por la Iglesia Episcopal Cristiana. Esta corriente forma parte del movimiento anglicano de continuación, un conjunto de distintas comunidades cristianas que mantienen una tradición anglicana que –consideran– ha abandonado la Comunión Anglicana. Por eso no forman parte de ella, pero se consideran continuadores de su línea de sucesión apostólica, su fe y sus prácticas históricas.
Ese mismo año, fue ordenado obispo misionero para el Reino Unido y Europa de esa iglesia (implantada sobre todo en Canadá y Estados Unidos). Sin embargo, después de probar todos estos ámbitos anglocatólicos, e incluso —narra el Catholic Herald, en un adelanto a un relato más amplio que se publicará en breve— de intentar sin éxito unificarlos en una única realidad, Ashenden se dio cuenta de que su meta era inalcanzable.
El magisterio, la Virgen y la Eucaristía
«Llegué a darme cuenta –reconoce–, demasiado tiempo después de que tanto Newman como Chesterton explicaran por qué, de que solo la Iglesia católica, con el peso del magisterio, tiene la integridad eclesial, la madurez teológica y la potencia espiritual para defender la fe, renovar la sociedad y salvar almas en la integridad de la fe».
Un proceso en el que también jugó un papel clave la devoción a la Virgen María (a raíz de un documental sobre Garabandal comenzó a investigar apariciones reconocidas por la Iglesia) y descubrir los milagros eucarísticos. «El hecho de que fueran desconocidos entre los que celebraban la versión anglicana de la Eucaristía tiene implicaciones obvias», ha escrito en el Catholic Herald.
Ashenden está casado desde hace 23 años. De hecho, su mujer, Helen, le adelantó en su itinerario espiritual y se convirtió al catolicismo hace dos años, también en Shrewsbury. Será monseñor Mark Davies, obispo de esta diócesis católica, quien reciba a su marido en la Iglesia este domingo, cuarto de Adviento. De momento, después de su recepción, sus órdenes quedarán suspendidas y se convertirá en teólogo laico. No se ha informado de si pasará a formar parte del ordinariato de Nuestra Señora de Walsingham, erigido en 2010 para acoger a conversos del anglicanismo que desean preservar su patrimonio litúrgico y espiritual.