Un matrimonio cede gratis un piso a la diócesis de Getafe para acoger a migrantes y refugiados - Alfa y Omega

Un matrimonio cede gratis un piso a la diócesis de Getafe para acoger a migrantes y refugiados

El obispo, Ginés García Beltrán, bendijo este jueves la vivienda, que tendrá como primeras inquilinas a una mujer de Costa de Marfil y su hija

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
Un momento de la bendición este jueves del piso para Migrantes de Móstoles. Foto: Diócesis de Getafe.

Aline tuvo que huir de casa de sus padres en Costa de Marfil cuando tenía 19 años. Querían someterla a una mutilación genital. Después de esconderse en casa de una amiga durante años, atravesar el Sáhara y llegar a España en patera desde Marruecos, por fin puede descansar. La diócesis de Getafe ha habilitado una vivienda de acogida para ella y para su hija. Ha sido posible gracias a la generosidad de un matrimonio de Móstoles, que la ha cedido de manera gratuita.

«Antes de llegar aquí, he estado en casa de alguna familia, en hostales, habitaciones… He estado con las maletas en la calle. He vivido muchas cosas malas y he sufrido mucho, sobre todo cuando estaba embarazada», recuerda a Alfa y Omega.

Ahora, considera «una gran suerte» poder vivir en este piso cedido a la diócesis por Ernesto y Mercedes. «Son personas buenas que nos han cedido este espacio y nosotros lo podemos ceder a otros que lo necesitan. Tenemos que estar todos muy agradecidos», afirma el obispo de Getafe, Ginés García Beltrán, tras la bendición del piso este jueves.

«Queremos dar no solo una casa, sino un hogar»
Ginés García Beltrán

Para el prelado, esta vivienda «toca de cerca dos grandes problemas que vivimos toda España y que vemos de un modo especial en el sur de Madrid». Por un lado, «tantas personas que llegan de fuera, sin papeles y en circunstancias de verdadera pobreza»; y por otro, «la falta de un lugar donde poder vivir, con tanta gente que no tiene para pagar el alquiler».

Con esta iniciativa, que forma parte del proyecto Acoger es Amar de la Delegación de Migraciones, «queremos mostrar el amor de Dios, que recibe a los de fuera y que no da solo una casa, sino un hogar», concluye el obispo.