Un libro para «acoger la parábola del sembrador en tiempos de polarización»
El delegado de Catequesis de Madrid, Manuel María Bru, estrena con «Tierra Buena» la colección de parábolas de la editorial San Pablo
«Si algo bueno tiene el celibato es que te da tiempo para rezar y para escribir», ha bromeado Manuel María Bru durante la presentación este jueves de Tierra Buena, su último sobre la parábola del sembrador. En los salones de la madrileña parroquia de San Juan de la Cruz, el sacerdote, periodista y delegado de Catequesis de la archidiócesis de Madrid, ha llamado a «acoger la parábola del sembrador en tiempos de polarización», ya sea «de manera explícita o implícitamente evangélica a través de los valores del Reino de Dios». Una riqueza «que a lo largo de los siglos ha surgido como sarmientos compartidos entre creyentes y no creyentes».
El presidente de la Fundación Crónica Blanca ha llamado también a «acoger la parábola del sembrador en la hora de la solidaridad». Ha valorado que «si algo deben enseñarnos las inundaciones de la DANA es el testimonio de la solidaridad». A su juicio, esa es la auténtica «segunda riada», no la del consecutivo y menor episodio de lluvias pocos días después del primero, «sino la masa de gente con escobas ayudando».
Por su parte, Enrique Fernández, coordinador de la colección Mashal de la editorial San Pablo, ha diagnosticado que «en el mercado no hay ninguna colección de parábolas que realmente le dedique una verdadera profundidad pastoral». Es precisamente por esa carencia -y esa oportunidad- que Fernández se convenció de sacar adelante esta colección que inaugura Bru. El coordinador de la colección Mashal ha destacado la importancia de detenerse con una mirada profunda en las parábolas porque, «cuando Jesús habla en símbolos, Dios nos presenta los contenidos de la fe para ayudarnos a entenderlos mejor». Le ha acompañado Miguel Carmen Hernández, superior provincial de la Sociedad de San Pablo y director general de su sello editorial.
Por su parte, Francisco Conesa, arzobispo de Solsona y quien prologa el libro, ha dicho en un videomensaje proyectado en los salones de la parroquia que «las parábolas son un lenguaje simbólico que conecta con la vida de las personas». Ha añadido que «Jesús era un gran contador de historias y es muy bonito ver cómo algunas hablan del campo, la vida o la familia». Según el prelado, «por eso es tan importante hacer una reflexión sobre las parábolas porque tienen diferentes capas de lectura».
Cristina López Schlichting, periodista de la Cadena COPE, ha calificado como «un lujo» que los salones de la parroquia estuviesen llenos de gente que se ha acercado a conocer el libro. Ha celebrado como algo «verdaderamente atípico en esta sociedad tan polarizada como esta» la presencia de ella misma, «conocida por mis posiciones de centroderecha», el ministro socialista Luis Planas, clérigos de la archidiócesis de Madrid y laicos con o sin convicciones religiosas.
Schlichting ha señalado que, «por un agotamiento de todas las ideologías, estamos en la época de la posverdad y se necesitan más testigos que maestro». Ha agradecido a Manolo, que es como llama a Bru por la larga amistad que les une, ser ejemplo con su testimonio y transmitirlo de manera sencilla. «Dice Jesús que el mensaje se siembra en la persona, no es cuestión de entregarte un cuaderno con cinco consignas y que las repitas», ha añadido la periodista. En su opinión, «la siembra es una modalidad de trabajo que implica tiempo, paciencia, misericordia y un mandamiento cero: dejarse amar por Dios».
Después, el ministro de Agricultura, Luis Planas, ha comenzado su intervención bromeando con que «se preguntarán ustedes por qué estoy yo aquí». Amigo personal del padre del autor, Carlos María Bru -«un profundo europeísta»- y del propio Manuel -pues estuvo presente en su ordenación sacerdotal-, ha definido Tierra Buena como «verdaderamente apasionante». «Es un tratado de agronomía espiritual por la profundidad del análisis de la parábola».
Planas, que se ha definido como «un gran admirador de la literatura y las primeras frases de las novelas», ha subrayado que «Una vez salió el sembrador a sembrar» es el punto de partida perfecto para que «cada uno pueda construir su propia historia».
Finalmente, haciendo referencia a su responsabilidad en el Gobierno, el político ha recordado que «el Ministerio gestiona ayudas a personas y, en los encuentros que mantengo con ganaderos y pescadores, por encima del dinero, la escucha es lo que la mayoría de mis interlocutores quieren». En consecuencia ha pedido «invertir en dialogar». Un valor que considera que el libro puede ayudar a difundir.