¿Un laboratorio formativo? - Alfa y Omega

¿Un laboratorio formativo?

La concepción de esta iniciativa evoca un espacio donde el participante aprende, conoce, a la vez que crea, aporta e innova

José Luis Cerutti Torres
Jóvenes durante un taller en Madrid Live Meeting, el 5 de octubre
Jóvenes durante un taller en Madrid Live Meeting, el 5 de octubre. Foto: Antonio Gómez Fernández.

El anuncio del Evangelio es siempre antiguo y siempre nuevo, porque Jesús es el mismo ayer, hoy y siempre, el eternamente joven. Lo mismo puede decirse de todo proyecto eclesial: siempre será lo mismo pero, si es fiel al Evangelio, siempre será novedoso. El lab.jóvenes.madrid es un espacio de formación y aprendizajes compartidos por el que apuesta la Delegación de Jóvenes. Responde a una necesidad de siempre, con la novedad de responder a las inquietudes de los jóvenes de hoy.

Un indicador de novedad es la concepción de laboratorio, inspirada en la exhortación apostólica Christus vivit: «Los jóvenes son agentes de la pastoral juvenil, acompañados y guiados, pero libres para encontrar caminos siempre nuevos con creatividad y audacia. Se trata de poner en juego la astucia, el ingenio y el conocimiento que ellos tienen de la sensibilidad, el lenguaje y las problemáticas de los demás jóvenes». En este espíritu, el laboratorio evoca un espacio con herramientas, materiales, recursos y orientadores, donde el participante aprende, conoce, a la vez que crea, aporta e innova; una oportunidad para redescubrir el valor de «caminar juntos», que es el sentido original de la sinodalidad. Un sitio que ayuda a generar preguntas nuevas, buscar en común la verdad y encontrar modos nuevos de proclamarla. El laboratorio es, además, un espacio capaz de integrar, desde las orientaciones pertinentes, el mundo digital y echar mano de los recursos que la tecnología nos ofrece para la tarea evangelizadora y la formación integral. No faltará formación doctrinal en diálogo con la vida de los jóvenes y los retos de la pastoral, usando el método inductivo reconocer-interpretar-elegir, vivido en el Sínodo de los jóvenes.

El Lab está pensado para jóvenes que desean fortalecer y proyectar su servicio pastoral de diversos modos —catequético, social, litúrgico o como misioneros digitales— y crecer en un liderazgo al estilo de Jesús. También está pensado con jóvenes. Nace a petición de muchos que en los sucesivos encuentros y consultas se han manifestado. Además en el proceso de diseño hemos participado teniendo una palabra decisiva, no meramente consultiva, asegurando que los objetivos coinciden con nuestras necesidades.

Profundizaremos en fundamentos de teología, antropología, discernimiento y humanismo cristiano y experimentaremos dinámicas pastorales para nuestro tiempo; buscaremos juntos un estilo de ser y hacer Iglesia encarnada en Madrid. Aprenderemos a escuchar al Dios que nos habla en la Palabra, en la Eucaristía y en la realidad. Queremos trabajar la diocesaneidad, reconocer y valorar los diversos contextos de la diócesis y la presencia de distintos carismas como una riqueza; así como reavivar la conciencia de ser un pueblo que, unido al obispo, peregrina en esta ciudad dando un testimonio de unidad, creatividad, compromiso y alegría.

Sal de tu tierra es la invitación que acompaña al logo de Lab y nos pone delante el doble sentido de la vocación cristiana: salir de uno mismo y ser sal. El programa se realiza en tiempos intensivos, una vez al mes, a lo largo de dos cursos. En el primero quisiéramos tomar conciencia de que somos discípulos del Señor y en el segundo que estamos llamados a ser misioneros en la vida cotidiana. Ser cristiano es salir y es ser sal. Encarnar el mensaje de Dios en el mundo. Decir a todos que Dios ha irrumpido en nuestra vida, en nuestra historia, con un corazón compasivo y misericordioso. El Lab es uno de los nueve proyectos pastorales con jóvenes que participan en un programa europeo en el que compartimos de manera colaborativa los aprendizajes que vamos haciendo. Comenzamos en este mes de octubre: lab.jovenes.madrid.