Un hogar de oportunidades para jóvenes migrantes sin papeles en Barcelona
La iglesia de Santa Anna en Barcelona y Mensajeros de la Paz sacan a jóvenes migrantes de la calle, los forman y los ayudan a gestionar su premiso de residencia y un trabajo
Ussumane, Lamin, Abulbami y Mohammed ya no son chicos de la calle. Son dos subsaharianos de 26 y 34 años –Guinea Bissau y Senegal– y dos marroquíes de 20 años –ex menores no acompañados– que desde hace un mes viven en un piso gracias a Mensajeros de la Paz, que ha puesto el dinero para pagar el alquiler de una vivienda, y a la iglesia hospital de campaña de Santa Anna en Barcelona, que les ofrece atención integral y un itinerario para que, una vez salgan del programa –aproximadamente en un año–, puedan tener sus papeles en regla, un trabajo y estar insertados en la sociedad. Es el segundo piso de estas características que pone en marcha la comunidad parroquial dentro del programa Hogar de Oportunidades para jóvenes migrantes.
Todos ellos están a pocos meses de poder solicitar el permiso de residencia por arraigo –deben acreditar que llevan tres años en España– y, desde ahí, acceder al mercado laboral. Un tiempo que los voluntarios de Santa Anna, con la colaboración de algunas empresas –de reparto y de seguridad, fundamentalmente– aprovecharán para capacitarlos a distintos niveles.
«Se forman en cuestiones elementales como hábitos que no tienen en la calle, idioma y alfabetización, a lo que se añaden conocimientos técnicos y una colaboración como voluntarios cada mañana en el hospital de campaña de Santa Anna», explica en conversación con Alfa y Omega Viqui Molins, promotora de la iniciativa.
Montserrat Pérez, médico, voluntaria y coordinadora de esta vivienda, explica que la atención es individualizada en función de las necesidades de cada uno. Por ejemplo, hay un chico con una disfemia (tartamudez) moderada que nunca ha sido tratada y que ahora mismo está trabajando con la ayuda de una logopeda. Otros necesitan un mayor refuerzo a nivel de español.