Este verano ha llegado a nuestras plataformas, en modalidad de alquiler, una emotiva película que cuenta la historia real de la familia Smallbone, formada por el matrimonio de David y Helen, cristianos evangélicos, y sus siete hijos. Curiosamente, la película la escribe y dirige Joel Smallbone, uno de los hijos pequeños, que además interpreta a su propio padre en el filme. Codirige Richard L. Ramsey, que también ha colaborado en el guion. Actualmente, los Smallbone son conocidos porque Rebecca, Joel y Luke ya han ganado cinco Premios Grammy por sus canciones de rock cristiano.
Vayamos a la película. Sidney, principios de los años 90. David Smallbone es un promotor musical australiano de éxito. Su mujer, Helen (Daisy Betts), es una mujer fuerte y muy creyente que mantiene unida a su numerosa familia, condicionada por la intensa vida laboral de su marido (viajes, giras…). Repentinamente David se arruina al haber apostado todo su patrimonio a la gira de una famosa cantante, gira que fracasa por la irrupción de una inesperada crisis económica. Con una mano delante y otra detrás deciden trasladarse a Nashville, Estados Unidos, en busca de trabajo. Pero cuando desembarcan en Tennessee, el sueño americano se convierte en una pesadilla asfixiante. Todos los miembros de la familia deberán comprometerse para no irse a pique.
La película se centra en el retrato de una familia unida por la fe, pero el foco está puesto en Helen, verdadero pilar de ese hogar puesto a prueba. En ese sentido, la película tiene ecos de ¡Qué bello es vivir!, al retratar a un hombre que sucumbe a la depresión tras arruinarse y a una mujer, su esposa, que mantiene la esperanza suya y de los suyos a toda costa. Pero en este caso hay otro personaje femenino, la joven Rebecca (Kirrilee Berger), hija mayor del matrimonio, cuyo coraje y tenacidad van a ser claves en el desenlace de la dramática aventura familiar. Rebecca es una adolescente que ha asimilado perfectamente la educación y la fe recibida de sus padres. Otro personaje decisivo es el padre de David, el abuelo James (Terry O’Quinn), que insiste a su hijo para que entienda que la familia no es la dificultad sino el camino mismo. Y no podemos olvidar a los amigos de la comunidad de la Iglesia evangélica, protagonistas de una solidaridad cristiana para quitarse el sombrero.
Un protagonista indiscutible es la música, y no solo por la profesión de David. Rebecca es la voz privilegiada de una familia que canta siempre que puede, al estilo de Sonrisas y lágrimas, y sus hermanos pequeños Joel (Diesel La Torraca) y Luke (JJ Pantano) le hacen los coros a la perfección. La película nos sirve estupendas canciones propias y ajenas.
El resultado es una cinta cristiana, alejada de toda ñoñería o de explícita intención catequética, que es emocionante, llena de suspense, con momentos de angustia y momentos de humor, y sobre todo dirigida a un público amplio y desprejuiciado. Merece la pena disfrutarla y darla a conocer.
Joel Smallbone
Estados Unidos
2024
Drama
+12 años