La discriminación y el maltrato marcan el Día de las Personas Mayores
Las organizaciones que trabajan con mayores denuncian que «aún queda mucho por hacer» en la defensa de sus derechos
La declaración del 1 de octubre como Día Internacional de las Personas Mayores cumple 30 años, pero sin embargo los ancianos y, particularmente, los que tienen alguna discapacidad, «no pueden disfrutar de sus derechos en igualdad de condiciones que las demás, lo que afecta a multitud de aspectos de sus vidas y a su dignidad», ha denunciado la Mesa Estatal por los Derechos de las Personas Mayores.
La mesa, constituida por las principales entidades del tercer sector relacionadas con la atención y defensa de este sector de la población –entre ellas Cáritas Española– ha solicitado al Congreso de los Diputados y a todos los grupos parlamentarios la aprobación de una declaración institucional que apoye la creación de una Convención de Naciones Unidas sobre los derechos de las personas mayores.
A pesar de que en el año 2002 la ONU aprobó en Madrid un plan de acción internacional sobre el envejecimiento, la mesa considera que el marco legislativo actual «no es suficiente» para garantizar la protección de los derechos humanos y la dignidad de las personas mayores, debido a que «no es vinculante jurídicamente y no incluye mecanismos independientes de supervisión, responsabilidad e investigación».
Por todo ello, denuncia que los estereotipos y prejuicios asociados al envejecimiento provocan «un trato diferente y discriminatorio» hacia ellos, «atribuyéndoles un menor valor social y menos capacidades».
Contra el maltrato
En este sentido, el doctor Juan Manuel Martínez Gómez, geriatra y presidente de la Confederación Española de Organizaciones de Mayores (CEOMA), señala que «la edad no es una barrera en la vida» y que «aún queda mucho por hacer», por lo que desde su organización desean transmitir a la sociedad en general y al mundo empresarial en particular que las compañías «tienen que plantearse que la edad no es un inconveniente y menos una barrera laboral».
Además, Martínez Gómez solicita al sistema de salud «nuevas oportunidades para fomentar un envejecimiento activo y saludable», y a las administraciones «nuevas oportunidades económicas, nuevos patrones de consumo adaptados a las necesidades de los mayores y una transformación digital accesible a todos, sobre todo en los ámbitos rurales».
Por último, el presidente de CEOMA denuncia «el abuso y maltrato que en ocasiones sufren las personas mayores» en sus ámbitos, lo cual «es una violación de los derechos humanos y uno de los principales motivos de enfermedades, indefensión, pánico, depresión y soledad» entre las personas de este segmento poblacional.
El edadismo es la discriminación por razones de edad que más lesiona los derechos y la dignidad de las personas mayores. Para erradicarlo, las organizaciones Grandes Amigos, Fundación Pilares para la autonomía personal, Envejecimiento en Red, HelpAge International España y Matia Fundazioa han desarrollado una iniciativa online para calcular el nivel de edadismo, «un trato abusivo hacia la vejez que está tan normalizado socialmente que es invisible». En menos de un minuto y a través de unas pocas preguntas, se pueden identificar las actitudes y prejuicios personales asociados a este fenómeno.
Otra de las iniciativas multimedia que protagonizan este día es el lanzamiento la nueva app de la ONG Adopta un abuelo, por la que jóvenes de toda España pueden conectar con abuelos desde cualquier parte del mundo, hacer llamadas y videollamadas, y agendar visitas. Además, su algoritmo asegura «un mejor emparejamiento entre voluntarios y abuelos» en función de intereses, aficiones y disponibilidad, «dando prioridad a los mayores que reciben menos acompañamiento».