Un cuento necesario
El despertar de la señorita Prim es la primera novela de la española Natalia Sanmartín Fenollera, y de repente se ha convertido en un boom internacional. En la última Feria de Frankfurt, se la rifaban por tener sus derechos de edición; por eso, ha salido ya a la venta directamente en 70 países.
Esto de llevar la ventaja de una amplia cobertura no dice nada de la calidad de la obra, que estamos muy escaldados de la literatura mainstream que acierta con los gustos de la mayoría después de un estudio de marketing. Pero, en este cuento para adultos que nos propone la autora, estamos ante una notabilísima sorpresa.
Yo di con Natalia Sannmartín gracias a una entrevista que le hicieron en El ojo crítico, el programa cultural de RNE. La autora decía que su novela estaba trufada de referencias a C. S. Lewis, Chesterton y al cardenal Newman, y que en las páginas se dejaba notar su inspiración. Decía, además, que «las soluciones no siempre están delante; hemos convertido el progreso en un fin en sí mismo». Me compré la novela y, ahora que la acabo, ando feliz.
Una joven se acerca a San Ireneo de Arnois, una floreciente colonia de exiliados del mundo moderno que buscan una vida más acorde con el hombre. Trabaja como bibliotecaria del Hombre del Sillón, un converso del escepticismo, un hombre que se acerca cada mañana a una comunidad religiosa antes de desayunar. La vida en San Ireneo está reglada según un patrón clásico de organización de la vida: un grupo de agricultores y artesanos, un selecto círculo de académicos, y una comunidad monacal. Han llegado a la conclusión de que el estilo de vida moderno «ha desgastado a las mujeres, desnaturalizado a las familias y pulverizado la capacidad de reflexión humana».
Los protagonistas son los niños, que desde pequeños leen a los clásicos, conocen el valor de los iconos (que no son meras obras, sino ventanas a una realidad mayor) y tienen al cristianismo como referencia. «La Redención –dice uno de los críos– no se parece nada a los cuentos de hadas, señorita Prim. Son los cuentos de hadas y las viejas leyendas los que se parecen a la Redención».
Todo aquel que quiera encontrar una geografía de Europa fiel a sí misma, encontrará en los habitantes de San Ireneo de Arnois unos espléndidos aliados.