Un colegio público de Madrid se llamará Padre Garralda - Alfa y Omega

Un colegio público de Madrid se llamará Padre Garralda

Al cumplirse un año del fallecimiento del carismático jesuita, la Comunidad de Madrid bautiza con su nombre un centro de enseñanza en Villanueva de la Cañada, donde la Fundación Padre Garralda-Horizontes Abiertos cuenta con un centro para exreclusos, personas sin hogar o sin recursos con enfermedades graves

Ricardo Benjumea
Carlos Osoro con el padre Jaime Garralda

El centro Padre Arrupe fue el último que inauguró el jesuita Jaime Garralda. Fue en noviembre de 2016, si bien el proyecto –un chalé en la localidad madrileña de Villanueva de la Cañada– llevaba ya dos décadas funcionando.

Se construyó inicialmente para ofrecer alojamiento a reclusos enfermos de sida –entonces una enfermedad terminal– o con otras graves dolencias, a raíz de la aprobación de la reforma legal que permitió la excarcelación en estos casos por motivos «humanitarios», recuerda María Matos, cofundadora y presidenta de honor de la Fundación Padre Garralda-Horizontes Abiertos, una de las organizaciones sociales que más batalló para conseguir este cambio legal.

«Venían aquí a morir, rodeados de su familia, los que la tenían, o abrazados por nosotros», añade.

Con los nuevos fármacos, enfermedades antes mortales son ahora crónicas, pero muchas personas sin techo o sin recursos, incluidos exreclusos, siguen sin tener lugares a donde ir, o incluso donde poder morir, prosigue la presidenta de honor. Hoy viven en esta casa cerca de 20 enfermos.

«A todos vosotros os faltaba cariño, y eso es una canallada», les decía Garralda. «Llevabais muchos años acostándoos sin que nadie os dé un beso de buenas noches. Y eso pega. Tú, que llevas tiempo solo, necesitas que alguien te dé un abrazo. Y nosotros también lo necesitamos».

En aquella última inauguración, a sus entonces 95 años, el jesuita les advertía de que «nadie viene a esta casa solo para recibir», sino más bien a formar «una familia», en la que todos dan y todos reciben. «Este es el ideal, que nos queramos. Y queriéndonos, tenemos una vida nueva. Te sientes persona cuando te llamamos por tu nombre, te miramos a los ojos… ¡Jamás permitiré yo que uno de vosotros me trate de usted o de “don padre”! No, no, llamadme “Jaime”, porque somos familia».

Garralda junto a la entonces presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, en la inauguración del centro Padre Arrupe, en noviembre de 2016. A la izquierda de la imagen, María Matos, presidenta de la Fundación Horizontes Abiertos. Foto: D. Sinova/Comunidad de Madrid

Otros nombres: María de Villota o Ana Frank

María Matos fue informada por el presidente en funciones de la Comunidad de Madrid, Pedro Rollán, de la decisión de bautizar con el nombre de Padre Garralada un colegio de esa misma localidad. Visiblemente emocionada, la presidenta de honor de la Fundación Horizontes Abiertos recuerda que Garralda solía insistir mucho en que «los enfermos de sida y los drogadictos son los leprosos de nuestro tiempo, las personas a las que nadie quiere», y por tanto debían ser la prioridad de la fundación.

La Comunidad hacía público este miércoles la noticia, informando a la vez de la apertura de otros nuevos centros escolares e institutos en Madrid a los que ha puesto nombres como María Villota (la piloto de Fórmula 1 fallecida en 2013), Ana Frank, Isabel la Católica, Jane Goodall o Sor Juana de la Cruz.