Un católico no puede ser masón, recuerda Doctrina de la Fe a obispos filipinos

«La pertenencia activa a la masonería por parte de un fiel está prohibida debido a la irreconciliabilidad entre la doctrina católica y la masonería», ha respondido Víctor Manuel Fernández, prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe a Julito Cortes, obispo de Dumanguete, en Filipinas. El prelado le escribió porque le preocupa «el continuo aumento del número de miembros de la masonería» en su diócesis y buscaba una respuesta «sobre cómo afrontar adecuadamente esta realidad desde un punto de vista pastoral» y «teniendo en cuenta también las implicaciones doctrinales».

La carta del prefecto, con su firma y fechada el 13 de noviembre, advierte a «aquellos que formalmente y a sabiendas están inscritos en logias masónicas y han abrazado los principios masónicos» de que están incumpliendo las líneas guías que la Conferencia Episcopal de Filipinas publicó en 2003 y la declaración que la antigua Congregación para la Doctrina de la Fe aprobó en 1983. Este último documento, firmado por el entonces prefecto y cardenal Joseph Ratzinger y su secretario Jérôme Hamer, reiteraba que los católicos en logias masónicas se encuentran «en pecado grave». Fue publicado en vísperas del entonces nuevo Código de Derecho Canónico que, a diferencia del de 1917 al que sustituiría, no incluía ninguna condena explícita hacia la masonería.

En su respuesta, Fernández añade un matiz chocante y recuerda que «estas medidas se aplican también a cualquier clérigo inscrito en la masonería», una aclaración que ha visto pertinente subrayar debido al peso que esta sociedad secreta tiene en Filipinas. Como posible solución, Víctor Manuel Fernández y el dicasterio que encabeza proponen a los obispos filipinos «impartir una catequesis popular en todas las parroquias sobre las razones para la incompatibilidad entre la fe católica y la masonería». Asimismo ha invitado a los prelados del país a emitir un pronunciamiento público sobre la cuestión.