Un carmelita asesinado en Dachau será santo, y cinco mártires de la Comuna de París, beatos
El Papa ha reconocido también un milagro atribuido a la beata italiana Carolina Santocanale, y las virtudes heroicas del carmelita descalzo español Juan de Jesús María
Dos santos más pueden sumarse en breve a los siete que serán beatificados el 15 de mayo de 2022, encabezados por Carlos de Foucauld. Se trata de Tito Brandsma y de Maria di Gesù (nacida como Carolina Santocanale), después de que el Papa Francisco aprobara este jueves el reconocimiento de sendos milagros atribuidos a su intercesión.
Tito Brandsma (1881-1942) fue un carmelita e intelectual holandés ejecutado en el campo de concentración de Dachau por su oposición al nazismo. Se doctoró con una tesis sobre la mística carmelita, y tradujo algunas obras de santa Teresa de Jesús al neerlandés. Dentro de su amplia labor docente y de promoción de la cultura, fundó la Universidad Católica de Nimega. Además, entre un variado abanico de intereses, como el esperanto o el diálogo ecuménico, destacó también su vocación a los medios de comunicación. En este ámbito, además de escribir, asesoró a varios periódicos católicos.
Fue así como comenzó su desencuentro con los nazis. Tras la invasión de los Países Bajos en 1940, Brandsma se sintió obligado a convencer a los directores de la prensa católica para que no publicaran las consignas nazis contra los judíos y la Iglesia, como exigían las nuevas leyes. También se negó a que se expulsara a los niños judíos de los colegios de los carmelitas.
Conmovió a su ejecutora
Asimismo, colaboró en la elaboración de una carta pastoral de los obispos holandeses que se leyó en todas las parroquias. En ella, se condenaban oficialmente las medidas antisemitas y se afirmaba que el nazismo era incompatible per se con el catolicismo.
Lo detuvieron en enero de 1942. Tras pasar por varias cárceles y campos de concentración, fue ejecutado en Dachau en 1942. San Juan Pablo II lo beatificó en 1985. En la causa de canonización participó la enfermera que le había aplicado la inyección letal. Mantuvieron varias conversaciones, de las que ella recordaba sobre todo cómo a pesar de su debilidad y cansancio la miraba con gran ternura.
Otros testimonios de esos meses recuerdan una conferencia sobre literatura mística flamenca que, aterido de frío, impartió en el campo de Amersfoort el Viernes Santo de ese año. Terminó siendo una reflexión sobre cómo estaban compartiendo los sufrimientos de Cristo y este no les abandonaría, que inyectó esperanza a todos los que lo oyeron.
La religiosa de la mochila
Por su parte, la italiana Maria di Gesù (1852-1923) es la fundadora de las Hermanas Capuchinas de la Inmaculada de Lourdes. Cuando de joven sintió la vocación religiosa, no lograba decidirse entre la vida contemplativa y la activa al servicio de los pobres y enfermos. Esto la llevó a ingresar en la Orden Franciscana Seglar.
Se dedicaba a recorrer Palermo puerta a puerta, llevando limosnas a los más necesitados. Llegó a ser conocida por la mochila en la que las transportaba. En 1909, para seguir con esta labor, fundó una congregación que fue aprobada a nivel diocesano en 1923, una semana antes de su muerte. Fue beatificada en 2016.
La masacre de la calle Haxo
Además, el Papa ha reconocido el martirio de cinco sacerdotes franceses, asesinados por odio a la fe el 26 de mayo de 1871, durante la Comuna de París. Se trata de Henri Planchat, del Instituto de los Religiosos de San Vicente de Paúl, y de cuatro miembros de la Congregación de los Sagrados Corazones de Jesús y de María: Ladislao Radigue, Marcelino Rouchouze, Frézal Tardieu y Policarpo Tuffier. Al estallar la guerra de 1870, Planchat puso en marcha una ambulancia para atender a los heridos.
El 18 de marzo, el mismo día que comenzó la insurrección de la Comuna, un grupo de insurgentes registraron el patrocinio de Sainte-Anne, donde tenía su sede, con el pretexto de buscar unas armas que no encontraron. El 6 de abril, Jueves Santo, fue detenido. Cuando estaban a punto de ser derrotados, los rebeldes sacaron a nueve sacerdotes (los futuros beatos junto con tres jesuitas y un seminarista) y a 40 civiles (33 guardias, tres gendarmes y cuatro espías). Tras ser llevados a su ejecución en medio de los insultos de la gente, fueron fusilados en la calle Haxo.
Por último, el Papa ha reconocido las virtudes heroicas de un español, Juan de Jesús María (en el siglo Juan de San Pedro y Ustarroz, carmelita descalzo, nacido en Calahorra en 1564 y muerto en Monte Compatri (Italia) en 1615. También pasan a ser reconocidos como venerables Antonio Bello, obispo de Molfetta-Ruvo-Giovinazzo-Terlizzi (1935-1993); Giorgio Guzzetta (1682-1756), de la Confederación del Oratorio de San Felipe Neri; Natalina Bonardi (1864-1945), fundadora de la Congregación de las Hermanas de Santa María de Loreto; Maria Dositea Bottani (1896-1970), de la Congregación de las Hermanas Ursulinas de la Virgen María Inmaculada de Gandino; y de la niña brasileña Odette Vidal Cardoso (1931-1939).