Tres sacerdotes y 150 personas más secuestradas este mes en Nigeria
Kaduna, en el norte del país, vive «continuos episodios de asesinatos, secuestros, y bandolerismo» ante la inacción del Gobierno, denuncia la Asociación Cristiana de Nigeria
Tres sacerdotes católicos han sido secuestrado en menos de un mes en Nigeria. El domingo, Leo Raphael Ozigi, párroco de Saint Mary en Sarkin Pawa (Munya, estado de Níger) se convirtió en el tercer sacerdote tomado por delincuentes este marzo. Con él, fueron tomados otros 44 vecinos de la aldea.
El secretario de la sección de Níger de la Asociación Cristiana de Nigeria (CAN por sus siglas en inglés), Raphael Opawoye, ha afirmado que el secuestro ocurrió «mientras Ozigi regresaba a Gwada desde Sarkin Pawa después del servicio dominical». Esta población es solo uno de los seis pueblos asaltados en Munya el fin de semana.
Durante el sábado y el domingo, un grupo numerosos de bandidos, relata Fides, recorrió la carretera de Kuchi a Chibani saqueando las aldeas que encontraban en su camino. El asalto continuó el lunes, con un ataque contra la localidad de Kabo, en Gurara, donde tres personas fueron asesinadas.
«Disparaban indiscriminadamente»
El estado nigeriano de Níger se encuentra en el cinturón central del país, zona de transición entre el norte, de mayoría musulmana y donde operan grupos yihadistas como Boko Haram; y el sur cristiano. Los otros dos secuestros de sacerdotes de este mes se han producido en el estado de Kaduna, en el norte.
El jueves 24 de marzo, Felix Zakari Fidson, de la diócesis de Zaria, fue raptado nada más salir de su residencia. Al día siguiente, el canciller de la diócesis, Patrick Adikwu Odeh, invitaba a rezar «en este día de la solemnidad de la Anunciación» por su «pronta liberación» y la de «las demás personas secuestradas». El ataque afectó a nueve localidades vecinas, y decenas de personas han desaparecido.
El 8 de marzo, de madrugada, un número elevado de pistoleros atacaron durante más de una hora Kudendan, en el extrarradio de Kaduna, en el estado del mismo nombre. Mataron a dos personas (una de ellas el guarda de seguridad en la iglesia católica de Saint John), y secuestraron al sacerdote Joseph Aketeh, a una mujer y a dos niños. «Disparaban indiscriminadamente, e iban de un lugar a otro», relató una fuente local al medio The cable.
«Los ciudadanos están cansados»
En Kaduna, los episodios de violencia se han multiplicado en las últimas semanas. Entre los «continuos episodios de asesinatos, secuestros, bandolerismo» que denuncia la Asociación Cristiana de Nigeria en la región se encuentra la irrupción el sábado de un grupo fuertemente armado y en motocicletas en el aeropuerto. Aunque el ataque fue repelido por las fuerzas de seguridad, un empleado murió.
En la noche del 25 de marzo, 50 personas murieron y más de 100 fueron secuestradas en el asalto a nueve aldeas en el área de Giwa. Los terroristas arrasaron varias casas y una iglesia, saquearon ganado y quemaron cerca de 30 vehículos. Todo esto se produce, afirma el representante local de la CAN, John Joseph Hayab, «sin ninguna acción sustancial por parte del Gobierno y las Fuerzas de Seguridad».
«Los ciudadanos están cansados de las respuestas retóricas» y la falta de medidas concretas, continuó en declaraciones a Fides. Su única reacción «suele estar en los medios de comunicación» solamente, pero «los muertos no pueden leer ni escuchar las noticias».