Transmitid esperanza, pide el Papa a los obispos griegos
«Frente a la crisis económica y financiera que sigue sacudiendo con una dureza especial su país, no os canséis de exhortar a todos a la confianza en el futuro, luchando contra la llamada cultura del pesimismo», les dijo este jueves el Papa a los obispos griegos, a quienes recibió en visita ad limina
El Papa recibía a los obispos griegos el mismo día en que el ministro de Finanzas alemán exigía a su homólogo griego en Berlín cumplimiento escrupuloso a los acuerdos pactados con los acreedores internacionales, o en el que la Bolsa de Atenas se desplomaba, tras el anuncio del Banco Central Europeo de que restringirá el acceso a financiación para Grecia.
Europa dice claramente no a las propuestas populistas de Syriza, pero, al mismo tiempo, cada vez más voces defienden suavizar las condiciones para el pago de la deuda a un país en el que un tercio de la población vive bajo el umbral de la pobreza.
«Frente a la crisis económica y financiera que sigue sacudiendo con una dureza especial su país, no os canséis de exhortar a todos a la confianza en el futuro, luchando contra la llamada cultura del pesimismo», les dijo el Papa a los obispos griegos. «El espíritu de solidaridad que todos los cristianos están llamados a testificar en la realidad de la vida cotidiana, es un fermento de esperanza», afirma el Pontífice en un texto escrito entregado a la Conferencia Episcopal de Grecia, al final de su visita ad limina.
En estos difíciles momentos para Grecia, es de gran importancia –dice Francisco– que los obispos mantengan «relaciones constructivas con las autoridades de su país así como con los diversos estamentos de la sociedad para difundir esa perspectiva de solidaridad, con una actitud de diálogo y de colaboración con los otros países europeos».
El Papa pide también a la Iglesia una «diaconía de la fraternidad» hacia todos, independientemente de su procedencia. En las recientes elecciones griegas, Amanecer Dorado, un partido neonazi, se convirtió en la tercera fuerza política. Ayer Francisco pidió «apertura a los valores culturales y espirituales de los que son portadores los numerosos inmigrantes, en un espíritu de sincera bienvenida a estos hermanos y hermanas, sin distinción de raza, idioma o religión».
«Vuestras comunidades cristianas mostrándose realmente unidas entre sí y abiertas al mismo tiempo al encuentro y a la acogida, especialmente hacia los más desfavorecidos —señala el Papa— pueden realmente contribuir a transformar la sociedad, para que sea más coherente con el ideal evangélico. Me alegra saber que ya os dedicáis a esta actividad pastoral y caritativa, sobre todo en favor de los inmigrantes, incluidos los irregulares, muchos de los cuales son católicos», añadió.
El Papa animó también a los obispos griegos a continuar el diálogo con los hermanos ortodoxos, «con el fin de alimentar el necesario camino ecuménico», animó a «valorizar el papel de los laicos» en la Iglesia y subrayó la necesidad de mejorar los programas de formación al matrimonio.