Tiene solo 14 años, pero a Oxford le interesa su ensayo sobre inteligencia artificial

«La Inteligencia Artificial no puede ser un bailarín porque no tiene emociones. Tampoco un psicólogo porque hay trabajos que necesitan la empatía de un humano y no se pueden sustituir». Teresa Rioyo tiene solo 14 años, pero habla con aplomo sobre el ensayo de su pluma y letra por el que el John Locke Institute de Oxford le concedió el diploma de High Commendation a finales de septiembre en Londres. Escrito originalmente en inglés, su título traducido sugiere tres preguntas: ¿Sustituirán las máquinas a los humanos? ¿Cuándo nos convertirán a la mayoría de nosotros en inempleables las nuevas tecnologías? ¿Qué deberíamos hacer al respecto?.

En conversación con Alfa y Omega, esta alumna de 4º de la ESO del Highlands School El Encinar en Madrid —que depende del Regnum Christi— defiende las aplicaciones positivas de la inteligencia artificial. «Está muy avanzada y, por ejemplo, permite operar a la gente con más facilidad y menos errores que un médico». En su ensayo cita, entre otros, un estudio de la Universidad de Boston que señala que, ya a día de hoy, un tercio de las tareas que llevan a cabo las empresas son realizadas por máquinas. Vaticina también que, «aunque se perderán algunos empleos que se puedan reemplazar con inteligencia artificial, como la conducción de coches que promueve Elon Musk, surgirán otros para el desarrollo de nuevas tecnologías».

Gracias a su selección de fuentes y la redacción de un hilo coherente con conclusiones originales, esta adolescente fue elegida de entre 36.000 participantes para viajar a Londres y concurrir a una última selección. Y allí, aunque no se alzó con los tres primeros puestos, sí llamó la atención del jurado y cosechó el High Commendation —esto es, una mención de honor— del jurado.

«Los jóvenes no están siempre de copas»

Teresa Rioyo, quien está «acostumbrada a escribir en inglés», asegura que en Highlands School El Encinar «nos han enseñado muy bien». Una habilidad que le ha servido para, durante el evento, «conocer a una chica de Irlanda y otra de Nueva York que eran muy majas». «Puedes hacer todo lo que te propongas si te esfuerzas», considera.

Por su parte, Cristina López, madre de la alumna, confiesa «el muchísimo orgullo» que tiene por su hija ya desde siempre, pero también tras conseguir el reconocimiento. «Comenzó a preparar el ensayo en la primera semana de las vacaciones de junio y, mientras sus amigas salían, ella estuvo trabajando porque tiene esa motivación para hacer cosas especiales».

Tras acompañar a su hija a la gala final en Londres y ver a tantos jóvenes como Teresa, su madre confiesa que «recuperas la confianza en el mundo». «Los jóvenes no están siempre de copas y de marcha y hay niños de entre 15 y 17 años que pueden pasarse un fin de semana discutiendo de política, economía y sostenibilidad como si estuvieran en el Parlamento Europeo».