Tete, campeón de la Copa del Rey de fútbol sala: «Hay que luchar por la clase de Religión»

«Hemos tenido ayuda divina y así lo creo. Ha sido milagroso», afirma José Antonio Borrego, Tete, entrenador del BeSoccer UMA Antequera, el equipo de segunda división de fútbol sala que acaba de obtener la Copa del Rey, «algo que no ha hecho nunca ningún otro club de segunda división en España, en ningún deporte».

Su equipo es un club semiprofesional, en el que la mayoría de los jugadores son estudiantes de la Universidad de Málaga (UMA). «Somos un club atípico», destaca Tete, que asimismo dedica todas las mañanas a su otra vocación, la de profesor de Religión en dos colegios públicos de la provincia.

«Yo soy cristiano católico y practicante, y vivo la fe con mi mujer en comunidades neocatecumenales», cuenta a Alfa y Omega. Después de una larga trayectoria como jugador de fútbol sala en clubes de primera y segunda división, hace unos años volvió –primero como jugador y hoy ya como entrenador– a su tierra natal, donde los responsables de la UMA le animaron a retomar los estudios que aparcó nada más hacerse profesional. «Terminé la carrera de Educación Física y luego completé la especialidad de Religión, porque me ilusionaba mucho ser profesor de esta asignatura», afirma.

Hace poco, Tete saltó a los medios de comunicación por un gesto de juego limpio nada habitual en los campos de juego. Su equipo marcó un gol mientras un jugador contrario estaba lesionado en el suelo, y él ordenó a sus jugadores dejarse meter otro gol para compensar la situación. «Al final no pudimos ganar el partido, pero tenemos unos valores a los que no quiero renunciar. Muchos padres me dijeron después que para ellos eso que hicimos fue una victoria», destaca. Es por sucesos como este por lo que piensa que «la fe y la religión están muy relacionadas con nuestra vida de todos los días».

Tete, que en Twitter se presenta como «entrenador, cristiano y profesor de Religión. Dios te ama», confiesa que «mis jugadores conocen mis valores y hacen las típicas bromas sobre eso de vez en cuando», pero cuando alguno se lesiona o pasa por dificultades «no dudo en hablarles de Dios, porque sé por experiencia propia que Dios ayuda, y así se lo transmito».

Y lo mismo hace por las mañanas en clase: «Veo que muchos chicos hoy están vacíos y sin valores, y por eso creo que más que nunca es necesario que tengan esa referencia de la religión y de Dios. Es algo que tiene que ver con la vida y con la propia historia de nuestra civilización», afirma, por lo que cree «imprescindible» luchar por esta asignatura. «Para muchos niños, la Religión es el único contacto que tienen con todo lo que tiene que ver con Dios en su vida», dice.