Terrorismo, el auge del populismo, la paz en Colombia, el abrazo del Papa y Cirilo... así fue el mundo en 2016

La amenaza terrorista continúa

Bruselas, Niza, Berlín… El terrorismo islamista volvió a golpear a Europa con las guerras de Siria e Irak de fondo. El golpe más duro, aquí en el Viejo Continente, lo sufrió la ciudad de Niza el 14 de julio, cuando miles de personas esperaban en el paseo de los Ingleses los fuegos artificiales que cerraban la fiesta nacional francesa. Un camión irrumpió en el paseo y segó la vida de casi 90 personas. También conmocionó al mundo el asesinato del sacerdote francés Jacques Hamel en la iglesia donde servía. «Un mártir», dijo el Papa.

El auge del populismo

Uno de los vencedores de 2016 es el populismo, encarnado en personajes como Donald Trump, nuevo presidente de Estados Unidos, con un mensaje a veces mesiánico a veces xenófobo. Algo parecido sucedió en el Reino Unido con el triunfo del Brexit, cuya campaña lideró Nigel Farage, político cercano a Trump que ha responsabilizado a la política de refugiados de Merkel del reciente atentado en Berlín. En Italia, el ascenso populista se vio rematado con la dimisión de Renzi tras perder un referéndum de reforma constitucional.

Paz en Colombia, toma dos

La firma del acuerdo de paz entre el Gobierno de Colombia y la guerrilla de las FARC el 26 de septiembre en Cartagena de Indias prometía ser histórica. El rechazo de la población el 2 de octubre en referéndum obligó a ambas partes a firmar un nuevo texto que incluía parte de las reivindicaciones de la oposición, liderada por los expresidentes Uribe y Pastrana. La Iglesia ha colaborado activamente con el proceso de paz. El Papa ha anunciado que visitará Colombia cuando el acuerdo esté blindado.

Fidel Castro: final de capítulo

La muerte el 25 de noviembre del dictador Fidel Castro, líder del régimen cubano durante 49 años (1959-2008), puso un punto y final simbólico a una revolución que marcó la segunda mitad del siglo XX. La herencia de Castro sigue muy presente en la isla a través del régimen que él instituyó y a cuyo cargo dejó a su hermano Raúl. Queda la incógnita de cómo se desarrollará la transición tras la desaparición de este (tiene 85 años) y hasta dónde llegará la apertura después del restablecimiento de relaciones con Estados Unidos.

El abrazo con Cirilo

De camino a México, el Papa hizo una escala en La Habana para encontrarse con el patriarca ortodoxo ruso en un encuentro histórico tras 1.000 años de cisma.

Polonia con los jóvenes

El Papa volvió a encontrarse con los jóvenes en una Jornada Mundial de la Juventud tras la que presidió en Brasil. Estuvo marcada por el recuerdo de san Juan Pablo II, que puso en marcha las JMJ.

En el Cáucaso

Francisco visitó el Caúcaso en dos etapas. Primero viajó a Armenia y luego a Georgia y a Azerbaiyán. Tuvieron un marcado carácter ecuménico.

Suecia y la Reforma

El Pontífice participó en Suecia en los actos conmemorativos del 500 aniversario de la Reforma luterana y aprovechó para visitar a la comunidad católica del país.

La renovación episcopal del Papa para España

El 2016 que nos deja ha traído una gran renovación al conjunto del episcopado de nuestro país con hasta siete nuevos prelados, circunstancia a la que habría que añadir algunos cambios de sedes episcopales.

En todas estas decisiones, especialmente en la elección de los nuevos obispos, se ha dejado ver la impronta del Papa Francisco. Todos los obispos designados este año comparten una amplia experiencia pastoral y de gobierno. Es el caso de Luis Ángel de la Heras, obispo de Mondoñedo-Ferrol, que cuando fue reclamado por el Pontífice era presidente de CONFER y superior provincial de los claretianos, a lo que se añade su experiencia en la periferia del humilde barrio madrileño de Vallecas. En conversación con Alfa y Omega, De las Heras reconoce que estos meses han sido «muy positivos». «Tuve que dejar muchas cosas, pero cuando eres llamado ya no tienes pena porque la misión supera lo que he dejado». Reconoce que queda mucho por hacer y que lo hará «contando con todos y sin excluir a nadie».

También el religioso agustino Manuel Herrero cumple con este perfil marcadamente pastoral, en su caso con amplia experiencia en el ámbito diocesano. Fue formador del seminario agustino en Palencia y ya en Santander ocupó la delegación de Cáritas y luego de Vida Consagrada hasta que fue designado vicario general y administrador apostólico.

Luis Javier Argüello, obispo auxiliar de Valladolid, también fue vicario general de la diócesis y, por eso, la conoce bien, como también su seminario, donde fue formador, o la pastoral vocacional, de la que fue responsable. «En estos seis meses —explica a Alfa y Omega— he experimentado el cariño y respeto del pueblo santo de Dios. Así me he sentido mirado de otra manera por tantas personas que ya me conocían y, a la vez, he ido asombrándome por una nueva mirada hacia una realidad diocesana ya conocida, pero ahora contemplada con unos ojos iluminados por el fuerte rasgo esponsal que el Espíritu Santo infunde en el corazón de un obispo».

Juan Carlos Elizalde, nuevo obispo de Vitoria, es otro ejemplo del tipo de obispo que el Papa Francisco quiere para la Iglesia española. En Pamplona, de donde procede, ha estado muy vinculado a la pastoral universitaria, además de ser vicario episcopal.

A estos prelados hay que sumar los nombres de Arturo Ros, obispo auxiliar de Valencia, nieto de mártir; y los obispos electos de Teruel y Mallorca, Antonio Gómez Cantero y Francisco Simón Conesa, que serán ordenados en sus diócesis de destino en las próximas semanas.

De Alberto Iniesta a Javier Echevarría

En 2016 nos dejaron importantes referentes eclesiales. El Arzobispado de Madrid dio el último adiós, a principios de año, a su obispo auxiliar emérito Alberto Iniesta, conocido por el obispo de Vallecas. Seis meses después moría otro antiguo obispo auxiliar de Madrid, el claretiano Luis Gutiérrez, quien estuvo también al frente de la diócesis de Segovia. En agosto, a los 76 años, nos dejaba Miguel Asurmendi, obispo emérito de Vitoria, y en diciembre, el también emérito de Gerona, Jaume Camprodon.

Otras muertes marcaron el año de dos importantes realidades eclesiales nacidas en nuestro país, el Camino Neocatecumenal y el Opus Dei. El primero perdió a Carmen Hernández, que puso en marcha este itinerario de iniciación cristiana junto a Kiko Argüello, mientras que la Obra despidió a Javier Echevarría, el último prelado que colaboró con san Josemaría. Descansen en paz.

1.000 números de Alfa y Omega

El pasado 17 de noviembre, Alfa y Omega publicó su número 1.000. «Un medio —afirmó el cardenal Osoro— con el que la Iglesia ha deseado mostrar que la palabra de Dios se mantiene viva y que no solo es una figura del pasado, sino que está en el presente». Una efeméride que reconoce el bagaje acumulado pero que mira al futuro, «intentando —como escribió en el número especial el director de Medios de Comunicación del Arzobispado de Madrid, Rodrigo Pinedo— reflejar la enorme riqueza de la Iglesia con un profundo sentimiento de comunión eclesial y una apuesta decidida por la cultura del encuentro».