Tensión entre Constantinopla y Moscú por la independencia de los ortodoxos ucranianos - Alfa y Omega

Tensión entre Constantinopla y Moscú por la independencia de los ortodoxos ucranianos

Fuentes cercanas a los patriarcas Bartolomé (Constantinopla) y Cirilo (Moscú) ofrecen versiones contradictorias sobre la reunión de ambos el pasado viernes. Sobre la mesa estaba la petición del Gobierno y parte de los ortodoxos ucranianos de que se constituya una única Iglesia ortodoxa ucraniana desvinculada de la rusa

María Martínez López
Foto: AFP / Ozan Kose.

Continúa la incertidumbre sobre la posible independencia de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana, que la apartaría de la autoridad eclesiástica de Moscú. El nuncio apostólico en Ucrania, monseñor Claudio Gugerotti, resumió el lunes a la perfección la confusión suscitada el viernes, después del encuentro en Estambul entre el Patriarca de Constantinopla, Bartolomé, y el de Moscú, Cirilo.

Ante los obispos grecocatólicos, monseñor Gugerotti describió este posible acontecimiento como «una especie de misteriosa quimera de la cual se habla pero que no se ve, que se espera pero no se sabe cuándo llegará, de la cual habla la gente pero no se sabe qué dice exactamente».

Tras la reunión del viernes en la sede del Patriarcado de Constantinopla en Estambul, varios medios aseguraron que Bartolomé había informado a Cirilo de que iba a conceder la autocefalia a la Iglesia ucraniana. Como primado ortodoxo y Patriarca Ecuménico, Bartolomé ha sido quien ha recibido esta petición y quien puede conceder la autocefalia o independencia a la Iglesia ucraniana.

«Explorar todas las vías»

Estas publicaciones, ucranianas –como el Servicio Religioso de Información de Ucrania– y griegas –el portal Orthodoxia.info– se apoyaban en unas declaraciones del metropolita Emmanuel de Francia, uno de los participantes en el encuentro. «El Patriarcado Ecuménico –dicen que afirmó– ha tomado la decisión de explorar todas las vías para otorgar la autocefalia a la Iglesia Ortodoxa Ucraniana».

Este rumbo –continuaba– se decidió en abril y se dio a conocer a Cirilo el viernes. No queda del todo claro, sin embargo, que se refiera a la concesión de la independencia en sí o a un proceso de diálogo y negociación para intentar buscar una solución de consenso.

Simples «conjeturas»

El metropolita Hilarión de Volokolamsk, responsable del Departamento de Relaciones Eclesiales Exteriores del Patriarcado de Moscú, quitó importancia ese mismo día a estas noticias, que calificó de «conjeturas» y «hacerse ilusiones» por parte de los ucranianos.

«Solo comentaremos el contenido del encuentro si los representantes oficiales del Patriarcado de Constantinopla empiezan a hacerlo», aseguró Hilarión. «Debemos proteger lo más posible nuestras relaciones intereclesiales contra cualquier especulación sin fundamento».

Esta respuesta parece no tomar en consideración las supuestas declaraciones del metropolita Emmanuel, su homólogo en la cita. Sí reprodujo, sin embargo, otras palabras del metropolita de Francia, en el sentido de que Constantinopla no intentaría curar un cisma ya existente creando otro, sino buscando la unidad. «Creo que es una postura muy sobria».

Petición del Gobierno y (parte de) la Iglesia

En Ucrania, los ortodoxos son aproximadamente dos tercios de la población, pero están divididos en tres iglesias: la Ortodoxa Ucraniana del Patriarcado de Moscú, con unas 12.000 iglesias, que es la única reconocida oficialmente por otras iglesias ortodoxas; la Ortodoxa Rusa del Patriarcado de Kiev, con unas 4.000 comunidades; y la Ortodoxa Autocéfala, con un millar de templos.

En abril, en el marco del conflicto en el este del país entre el Ejército ucraniano y los separatistas prorusos, el Gobierno de Kiev solicitó al Patriarcado de Constantinopla, primado de las iglesias ortodoxas, que creara una Iglesia ortodoxa local única y le concediera la autocefalia de forma que pasara a ser independiente de Moscú. Una petición que contaba también con el apoyo del Patriarcado de Kiev.

Ronda de consultas

La guerra ha debilitado en muchos ucranianos del centro y oeste del país su vínculo espiritual con el Patriarcado de Moscú, al que ven como un aliado del Kremlin. Si la Iglesia local consiguiera el respaldo del mundo ortodoxo, sus líderes esperan que muchos de los fieles ligados a Moscú pasaran a engrosar sus filas.

Unos días después, el Sínodo del Patriarcado de Constantinopla comunicó que recibía esta petición, el equivalente a afirmar que la admitía a trámite y la estudiaría, sin presuponer su resultado. Comenzaba entonces un proceso de «comunicación y coordinación» con las iglesias ortodoxas hermanas; una ronda de consultas en las que no se espera que todas las iglesias apoyen la petición ucraniana.

Herida reabierta entre Constantinopla y Moscú

La situación se vuelve aún más compleja por las difíciles relaciones entre Constantinopla, sede primada entre las iglesias ortodoxas, y Moscú, que presume e intenta hacer valer que es la Iglesia ortodoxa con un mayor número de fieles. El encontronazo más reciente se produjo en 2016, cuando el boicot ruso hizo que otras tres iglesias no acudieran al gran sínodo pan-ortodoxo que se celebró en Creta después de años de preparación.

Antes de su visita de apenas unas horas a Constantinopla, el Patriarca Cirilo advirtió a Bartolomé, a través de unas declaraciones a la prensa, de que una separación de la Iglesia ucraniana de Moscú sería «una catástrofe para todos los ortodoxos», amenazando con aumentar la división. Y el viernes, en el aeropuerto de Estambul, insistió en que «ninguna Iglesia puede tomar decisiones contrarias a la decisión de otra Iglesia ortodoxa».