Temas de interés convertidos en armas electorales

Temas de interés convertidos en armas electorales

Mientras unos partidos facilitarán el aborto para no volver al «blanco y negro», hay programas que relacionan migrantes con delincuencia. El miedo está de campaña

María Martínez López
Debate de portavoces parlamentarios el 13 de julio, con los representantes de Sumar, PSOE, PP, VOX, ERC, PNV y EH Bildu. Foto: EFE / Kiko Huesca.

«Está teniendo un perfil bajo» o «hablan de muchas cosas pero no de esto». Representantes de distintas entidades expresan a Alfa y Omega su inquietud por el escaso peso que están teniendo en la campaña electoral temas que interesan a los católicos. Mirando más de cerca los programas, cuestiones como la defensa —o no— de la vida, la libertad educativa o las políticas familiares no están ausentes. Pero a veces parecen más armas arrojadizas que propuestas serias.

Sigue candente el tema del aborto. Ante al compromiso de Vox de derogar la actual ley y eliminarlo como prestación pública, el PSOE alerta de un «camino de retorno al blanco y negro». Con Sumar, insiste en eliminar todo obstáculo a esta práctica, garantizándola en cada autonomía —en centros públicos, añade Sumar—. Ambos van también más allá de evitar el acoso a las mujeres que abortan. Crearán «zonas de seguridad» en torno a las clínicas, donde probablemente se impedirán las actividades provida. El PP apuesta por la objeción de conciencia y por recuperar el consentimiento paterno para que las menores aborten.

Menos polariza la eutanasia, a pesar de llevar solo dos años en vigor. La izquierda parece darla por amortizada y apenas la cita. Únicamente Vox se compromete a derogarla, mientras que el PP propone «revisarla tomando en consideración la opinión del Comité de Bioética», contrario en su día a la ley. Los populares sí anuncian «un impulso a los cuidados paliativos» homogeneizándolos y acreditando a los profesionales.

De forma similar, en una campaña en la que apenas se está hablando de educación, el secretario general adjunto de Escuelas Católicas, Luis Centeno, critica que los mensajes de la izquierda se centren en estigmatizar a la escuela concertada como segregadora y privilegiada por el PP. Considera «decepcionante que Sumar siga planteando su progresiva desaparición» al apostar por ampliar las plazas públicas y solo financiar las concertadas donde aquellas sean insuficientes. «Esto no responde al principio de libertad de enseñanza ni a los derechos de las familias». Los de Yolanda Díaz también hablan de expulsar la clase de Religión del horario escolar, mientras Vox combatirá el adoctrinamiento en las aulas.

La opción socialista es solo ligeramente mejor: propone actualizar lo que el Estado paga a la concertada —obligación largamente incumplida— pero el programa del PSOE, de forma «perversa» afirma que se hace para evitar «peajes ocultos» —las aportaciones voluntarias de los padres— o, de nuevo, «sesgos» discriminatorios, asegura Centeno. Sí celebra que también el PP hable de actualizar la financiación y abra la puerta a aulas concertadas de 0 a 3 años. En cuanto a la propuesta de Vox de un cheque escolar, «sería un paso atrás de consecuencias imprevisibles» al sustituir un sistema ya consolidado por otro seguramente más deficitario.

¿Qué atención a la familia?

En lo que respecta a la familia, PSOE y Sumar siguen comprometidos con la ley de familias que no lograron la pasada legislatura, si bien no hablan de eliminar a las numerosas como categoría. José Manuel Trigo, presidente de la Federación Española de Familias Numerosas, lo atribuye al malestar que suscitó la maniobra. La parte negativa es que el PSOE las ignora totalmente y la nueva plataforma de izquierdas las menciona solo para extender sus derechos a las monoparentales. «Necesitan ayudas porque tienen una serie de problemas», reconoce Trigo. «En lo que no estamos de acuerdo es en darles el título de numerosa» o las mismas ayudas, «porque no presentan las mismas necesidades».

Sí valora la promesa del PP de ampliar sus prestaciones hasta que el hijo menor cumpla 26 años y las bonificaciones fiscales de populares y Vox. También aplaude la presencia generalizada en los programas de propuestas para la conciliación, aunque pide que sean proporcionales al número de hijos.

Divorcio, aborto, eutanasia o matrimonio homosexual son algunos de los logros de los que presume el PSOE como avances hacia la laicidad; al tiempo que alardea de su labor «en materia de libertad de conciencia y religiosa». En este contexto, es llamativo que ni este partido ni Sumar incluyan en su programa su histórica reivindicación de revisar los Acuerdos Iglesia-Estado. Salvo en lo educativo, la coalición de izquierdas ignora la cuestión religiosa. En buena medida lo hacen también Vox —menos en lo relativo al yihadismo— y PP.

El PSOE ha optado por un discurso en el que apela a «la normalización de la diversidad religiosa» —frente a «ultranacionalistas y supremacistas»— y a la «neutralidad del Estado» para proponer una equiparación de las religiones en el mínimo. Así, frente a la propuesta popular de extender a otras confesiones los beneficios fiscales de la Iglesia, los socialistas prefieren equiparar el régimen de todas al de entidades sin ánimo de lucro. Pero se comprometen a «seguir trabajando con la Iglesia católica en el marco del Acuerdo de Asuntos Económicos» para avanzar hacia su autofinanciación.

Si una cuestión importante para la Iglesia tiene algo más de protagonismo, son las migraciones. Pero, de nuevo, sobre todo como «arma política», afirma Daniel Martínez, portavoz del Servicio Jesuita a Migrantes. Le preocupa que Vox «relacione a los migrantes con delincuencia y problemas sociales», e incluso «a las ONG con las mafias». Martínez señala además que muchas de sus propuestas, como el «bloqueo naval», son «más efectistas que reales». Algunas son incluso inaplicables por ser «contrarias al derecho internacional», como la expulsión de menores no acompañados.

Buceando en las propuestas, las de PSOE y PP se centran más en la política migratoria europea en abstracto, sin aportar «soluciones a problemas del día a día» como los meses de espera para solicitar asilo. Más concretas son las de Sumar, incluidas algunas que defiende el SJM: el cierre de los CIE y acceso a la sanidad pública. Martínez también aplaude un cambio de tendencia: aunque se mantiene un enfoque de gestión de fronteras, empieza a haber referencias a la integración, «la gestión de la diversidad y la promoción de la convivencia». Son un antídoto frente a «las percepciones negativas sobre los migrantes».

Otras claves
  • PSOE y Sumar proponen nuevas medidas contra la LGTBIfobia, como facilitar la adopción internacional.
  • Vox abolirá la ley trans. El PP hará una propia. Además, reforzará la oferta pública de reproducción asistida.
  • El PSOE promete actuar contra las agencias de gestación subrogada. El PP no anuncia qué propondrá en el debate al respecto que anunció hace unos meses.
  • PP, Vox y PSOE (con más detalle) prometen medidas para impedir el acceso de menores a la pornografía.
  • El PSOE apuesta por abolir la prostitución castigando a los proxenetas y a los dueños de los locales donde se ejerce.
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