Sufre un atentado el obispo de Haití que se ofreció por las monjas secuestradas

El haitiano Pierre-André Dumas, obispo de Anse-à-Veau y Miragoâne, sufrió el domingo un atentado en Puerto Príncipe. En el contexto de las protestas antigubernamentales en la capital, Dumas fue «alcanzado ayer», en referencia al domingo, «por una explosión que alcanzó la casa donde se alojaba». Informaba de ello la Conferencia Episcopal Haitiana en un comunicado el pasado lunes.

La nota de los obispos añade que el también vicepresidente del episcopado se encuentra estable y fuera de peligro. Con todo, invita a seguir orando por su pronta recuperación. Recuerda también que además de la plegaria, el ayuno y la limosna son importantes para «vivir fructíferamente» este tiempo de Cuaresma.

A la crisis política y de violencia que golpea al país caribeño desde hace varios años, en las últimas semanas se ha sumado una oleada de protestas contra el Gobierno. El primer ministro, Ariel Henry, se había comprometido a convocar elecciones antes del 7 de febrero. Así estaba previsto desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse el 7 de julio de 2021.

El 8 de febrero los obispos pidieron a Henry que asumiera «la gravedad de la situación actual» y tomara «una decisión sabia por el bien de toda la nación». El país está «seriamente amenazado en sus bases fundamentales», subrayaban. También pedían a todos los haitianos «no caer en la trampa de la violencia, y de las luchas fratricidas que desprecian y burlan nuestra dignidad, desfiguran nuestra humanidad y deshonran la imagen de nuestro país».

Oferta de intercambio

Dumas cobró cierto protagonismo en el país cuando se ofreció a intercambiarse por las seis hermanas de Santa Ana secuestradas el 19 de enero y liberadas el 24 del mismo mes. En declaraciones a Alfa y Omega por este motivo, explicó que con su oferta no pretendía realizar solo «un gesto de solidaridad», sino «también decir que en la Iglesia católica todo lo vivimos juntos». «Los líderes religiosos hemos acompañado al pueblo y estamos siempre dispuestos a ofrecernos».

Señalaba también que la situación del país «es casi como una guerra». En 2023, fueron asesinadas 4.800 personas y secuestradas 2.500, según datos recopilados por la ONU. En ambos casos, supone en torno al doble de víctimas que el año anterior. Explicaba que «falta mucha legitimidad porque las instituciones no existen y la democracia está en fuera de juego».