Su Majestad el rey Gaspar: «Lo mejor que se le puede regalar al Niño Jesús es amor, cariño y ternura»
Alfa y Omega habla en exclusiva con el rey Gaspar, que ya está en España junto a Melchor y Baltasar en un viaje de meses desde Oriente
El rey Gaspar nos atiende por teléfono al amanecer. Tiene una voz cálida, suave, con sonrisa. Tierno y entrañable cuando habla del Niño Jesús y enérgico cuando pide a los cristianos que no pierdan la ilusión. Junto a Melchor, Baltasar y todo su séquito, ha pasado la noche en una pequeña localidad de Guadalajara en la que tuvieron una calurosa bienvenida. En sus campos, nos cuenta Su Majestad, han podido montar las tiendas; la noche, aunque fresca, ha sido tranquila, también para los camellos. No parece cansado el rey, a pesar de que llevan más de nueve meses de viaje desde que salieron de Oriente. Ya queda poco para que los podamos ver en las cabalgatas de toda España. A Madrid llegarán unos días antes de fin de año para descansar en la residencia episcopal San Justo, donde el arzobispo, cardenal José Cobo, los agasajará como se merecen. El 3 de enero acudirán a la catedral de la Almudena para estar con los más pequeños. Juntos, adorarán al Niño Jesús.
Majestad, hace más de 2.000 años ustedes pudieron ver en persona a Jesús recién nacido en Belén. ¿Qué recuerda de aquella noche?
Era una noche realmente mágica, llena de estrellas. Cuando llegamos al portal, nos encontramos una luz que brillaba más que las demás. ¡Era el Niño! Resplandecía entre su papá y su mamá.
¿Cómo estaban san José, la Virgen y el Niño? ¿Pudo cogerlo?
Eran como cualquier familia normal. Un papá extasiado y una mamá que lo cogía en brazos y lo levantaba de su pequeña cunita cuando lloraba. Y, cuando se calmaba, lo volvía a dejar dormidito. Al llegar, María nos dijo que si queríamos cogerlo, pero a mí me daba reparo, ¡era tan pequeño! Yo pensaba que había que dejarlo tranquilito.
¿Se acercó mucha gente a verlo?
¡Todo el mundo de los alrededores! No paraba de llegar gente con regalos, lo mejor que encontraron entre todo lo que tenían. Los pastores le llevaban leche o sus corderitos para que se calentara.
Usted le entregó incienso como signo de su divinidad. A día de hoy, ¿qué se le puede regalar al Niño Jesús, tanto mayores como pequeños?
Lo mejor que se le puede regalar al Niño Jesús es lo mismo que entonces: amor, cariño y ternura. ¿Qué te pide un niño? No dice nada, pero te inspira cogerle, darle calor, un beso, un abrazo. Te despierta ternura. En definitiva, es lo que a día de hoy podemos hacer con todos los niños, no solo los que más sufren, en Ucrania o en Tierra Santa, sino también en España, en Madrid. Tampoco me olvido de los ancianos, por los que yo tengo especial predilección; no dejan de ser niños.
El día 3 de enero van a recibir a las familias y a los niños en la catedral de Madrid. ¿Nos puede adelantar algo de lo que les van a decir?
Lo primero, que sigan teniendo cariño y amor por el Niño Jesús, y que continúen queriendo ir a la iglesia con sus familias. También que quieran a sus hermanitos. La familia es lo más importante que puede haber. Y, si algún niño no tiene a su papá o a su mamá, sus amigos también son familia.
¿Qué le diría a las familias de Madrid para que vayan a la catedral?
Pues que es una ocasión única para reunirse en torno a la más grande familia de Madrid, compuesta por Jesús, María y José.
Los niños les podrán entregar sus cartas. ¿Qué no debe faltar en ellas?
La ilusión. La ilusión es lo esencial, tanto en niños como en mayores. El día que un niño deje de ser niño y el adulto pierda su parte de niño…
Van a estar alojados en la residencia episcopal; en Madrid hay nuevo arzobispo, José Cobo. ¿Hay algo que los Reyes Magos le recomiendan especialmente en su ministerio?
Que llene de amor y de ilusión a todos los católicos de Madrid.
El 31 de diciembre, toda la Iglesia celebrará la Jornada de la Sagrada Familia con el lema Familia, portadora de la buena noticia. La archidiócesis de Madrid ha querido aprovechar esta ocasión para dar el pistoletazo de salida a una acción pastoral pionera: una gran cadena de oración por la familia. Para ello, se han encargado más de 100 iconos peregrinos de la Sagrada Familia, que se entregarán a otros tantos hogares en la Eucaristía que presidirá el cardenal Cobo en la catedral de la Almudena. Durante las próximas semanas, «el icono se puede ir pasando de una familia a otra aprovechando, por ejemplo, la Misa de la familia de los domingos», explican desde la Delegación Episcopal de Familia y Vida. La iniciativa se prolongará hasta el primer fin de semana de febrero, cuando se celebra la Presentación del Niño Jesús en el Templo.