«Solo el Señor sabe cuánto me ha dolido posponer esta visita» - Alfa y Omega

«Solo el Señor sabe cuánto me ha dolido posponer esta visita»

Francisco tendría que haber llegado este sábado a República Democrática del Congo. Como signo de su afecto por los países que iba a visitar, ha enviado un videomensaje en el que dice que confía en emprender pronto su viaje

Redacción
Foto: Vatican Media.

«Las palabras no alcanzan para transmitiros la cercanía que quisiera expresaros y el cariño que siento por vosotros», «solo el Señor sabe cuánto me ha dolido haberme visto obligado a posponer esta visita tan deseada y esperada. Pero no perdamos la confianza y esperemos encontrarnos lo antes posible». Son las cálidas palabras que ha dirigido el Papa Francisco a través de un videomensaje a los pueblos de Sudán del Sur y República Democrática del Congo. Este sábado 2 de julio, el Pontífice hubiera recalado en Kinshasa de no ser por su maltrecha rodilla derecha. El pasado 10 de junio la Santa Sede anunciaba que el Papa se había visto obligado, por recomendación médica, a posponer su gira por República Democrática del Congo y Sudán del Sur. Los facultativos que están tratando a Francisco le advirtieron que, de emprender este viaje, echaría a perder todos los progresos hechos hasta la fecha en su proceso de recuperación.

Francisco mantiene la esperanza de poder retomar sus planes de viajar a estos dos países cuanto antes. Así lo ha indicado en este videomensaje, en el que también asegura a estos dos pueblos que los lleva «ahora más que nunca en el corazón» y comparte con ellos sus sufrimientos.

«Pienso en la República Democrática del Congo, en la explotación, la violencia y la inseguridad que sufre, especialmente en el este del país, donde continúan los enfrentamientos armados que provocan innumerables sufrimientos, a los que se añade la indiferencia y la conveniencia de muchos. Y pienso en Sudán del Sur, en el grito de paz de su pueblo que, agotado por la violencia y la pobreza, espera hechos concretos del proceso de reconciliación nacional, al que deseo contribuir personalmente no solo por mi parte, sino viajando ecuménicamente con dos queridos hermanos: el arzobispo de Canterbury y el moderador de la Asamblea General de la Iglesia de Escocia», explica Francisco.

El Papa ha pedido a ambos pueblos que «no se dejen robar la esperanza» y les ha asegurado que sus padecimientos no caen en saco roto porque «las lágrimas que derramáis en la tierra y las oraciones que eleváis al cielo no son inútiles».

Por último, ha exhortado a los dirigentes de estas naciones a que busquen la paz y promuevan la reconciliación para propiciar el desarrollo de sus pueblos, especialmente por los más jóvenes, que «sueñan y merecen ver estos sueños realizados; merecen ver días de paz». «Es necesario deponer las armas, superar rencores y escribir nuevas páginas de fraternidad», ha concluido el Pontífice.

Parolin, enviado del Papa a Kinshasa

Hace unas horas ha llegado a Kinshasa el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, enviado especialmente por Francisco para mostrar su cercanía a los congoleños y sudsudaneses hasta que él pueda viajar para encontrarse con ellos. Parolin permanecerá en África hasta el 8 de julio. Primero visitará Kinshasa y después viajará hasta Juba. Se ha reunido ya con los obispos de RDC, a los que ha asegurado que su visita no sustituye la del Papa, sino que «la anticipa». También ha mantenido un encuentro con los responsables de la MONUSCO, la misión de paz de la ONU, en la que ha sido informado de la situación en Kivu del Norte. En la agenda del Pontífice constaba una visita a Goma, capital de la región.

Otro signo de cercanía de Francisco con estos pueblos es la Misa que este domingo tendrá lugar en la basílica de San Pedro. Se celebrará con el rito congoleño, el entonces llamado Rito romano para las diócesis de Zaire, que es el único rito inculturado de la Iglesia latina aprobado después del Concilio Vaticano II. El 1 de diciembre de 2019, el Francisco también celebró la eucaristía en rito congoleño para conmemorar el 25 aniversario de la capellanía católica congoleña en Roma.