Sin vuelta al cole para millones de niños
En el Día Internacional de la Alfabetización, las ONG católicas recuerdan que millones de niños no han vuelto a clase tras la pandemia, por su discapacidad o por los conflictos. Además, dos tercios de los 773 millones de analfabetos del mundo son mujeres
Malik tiene 7 años y vive en Ghana. En marzo de 2020 dejó de ir al colegio por la pandemia de COVID-19, como 1.600 millones de escolares y universitarios. Pero él todavía no ha vuelto. «Tengo que ayudar a mi padre en el campo», explica en un testimonio recogido por Misiones Salesianas. Elna, de 9 años y de Angola, perdió a su madre por esta enfermedad. Ahora «debo cuidar a mis hermanos pequeños y atender la casa». Por eso también ella ha dejado los estudios.
Son ejemplos de las consecuencias de la pandemia para toda una generación, que Misiones Salesianas ha bautizado como la Generación COVID o la Generación Perdida. La forman los 20 millones de menores que no han regresado a las aulas. Pero también los otros muchos que aún sufren las consecuencias de haber estado sin clase una media de cuatro meses y medio; ocho meses y medio si se incluyen los cierres parciales.
En casi todo el mundo, los niños no tenían recursos para seguir las clases online. Y así les ha ocurrido como a Samir, un pequeño indio de 8 años. Cuando su colegio volvió a abrir las puertas después del confinamiento se dio cuenta de que se le había olvidado leer y escribir. La Generación Perdida también sufre una mayor pobreza y un aumento del trabajo infantil y los matrimonios y embarazos precoces. Psicológicamente, se enfrentan a la «fatiga pandémica»: ansiedad, depresión y falta de confianza.
Se puede recuperar
Este daño no es irreversible. «Siempre y cuando se vuelva a favorecer un entorno amable y agradable, tanto en la familia como en la escuela, los menores volverán a recuperar la rutina escolar y las ganas por aprender», asegura María Vinoya, psicóloga en una escuela salesiana en Centroamérica.
Para hacerlo posible, la ONG lanza este jueves, Día Internacional de la Alfabetización, la campaña Generación Perdida. Pretende ofrecer apoyo a los casi 4.800 centros educativos salesianos en el mundo, donde estudian 2,3 millones de niños y jóvenes.
En 2021 Manos Unidas aprobó 108 proyectos de carácter educativo por un importe superior a los 6,5 millones de euros, para apoyar directamente a 154.000 personas. Uno de ellos se ubica en Benín, donde esta ayuda contribuirá a los salesianos a construir en Parakou un complejo escolar en el que niños y niñas tengan acceso a una educación de calidad.
Esta intervención está destinada a apoyar directamente a 706 personas: 330 niñas y 270 niños, además de 100 mujeres que recibirán clases de alfabetización por la tarde. Todo ello de la mano de cinco profesoras y un profesor. De forma indirecta, se beneficiarán 3.500 personas.
«Nuestro objetivo es ofrecer una educación de calidad e inclusiva, en la que el sistema preventivo de Don Bosco continúe convirtiendo a los menores en protagonistas de su futuro», asegura el director de Misiones Salesianas, Luis Manuel Moral. Es la continuación de los 258 proyectos educativos que Misiones Salesianas ha puesto en marcha desde el inicio de la pandemia, y de los que se han beneficiado más de 155.000 menores y jóvenes.
773 millones de analfabetos
Más allá de la Generación COVID, Misiones Salesianas recuerda que más de 250 millones de niños no van a la escuela por otras causas, y 79 millones nunca lo han hecho. Todo ello, en un mundo en el que 773 millones de personas continúan sin saber leer o escribir.
Por todos estos motivos, también Entreculturas ha aprovechado el Día Internacional de la Alfabetización para relanzar su campaña La Silla Roja. Con el lema Educar es incluir, un camino que garantiza derechos, reivindica «una vuelta al cole inclusiva y en igualdad de condiciones». Entre ellos están los niños con discapacidad. Globalmente, uno de cada tres en edad de cursar Primaria no está escolarizado. Otro grupo que preocupa a la ONG vinculada a los jesuitas son los 420 millones de menores afectados por la guerra en todo el mundo.
Entreculturas cita por último el problema de la exclusión de muchas niñas y mujeres del sistema escolar. Ya antes de la pandemia, eran 130 millones las chicas de entre 6 y 17 años que no iban a la escuela. Esto las expone a la explotación y el abuso.
Las mujeres, más afectadas
Manos Unidas completa este dato al afirmar que de los 773 millones de personas analfabetas del mundo, dos tercios son mujeres y niñas. La desigualdad en el reparto de las tareas en el hogar, así como las costumbres y tradiciones de ciertas comunidades, sitúan a las mujeres en un plano de inferioridad frente a los hombres en cuestiones de alfabetización.
«El analfabetismo es sinónimo de falta de oportunidades, de déficit de participación, de cronificación de la pobreza y de aumento de la desigualdad», pues al no recibir educación las mujeres son menos conscientes de sus derechos, asegura María José Hernando, del departamento de Estudios de Manos Unidas. «En la mayoría de los hogares más empobrecidos, cuando tienen que elegir entre un niño y una niña para asistir a la escuela, normalmente se elige al varón».
Para responder a todos estos problemas, Entreculturas reclama a las autoridades recuperar la inversión pública en cooperación internacional, con el objetivo de avanzar hacia el 0,7 %, y centrarla en la educación básica. Además, el porcentaje del presupuesto de acción humanitaria destinado a la educación debería ser el 6 %, y el 3 % de la Ayuda Oficial al Desarrollo. Asimismo, exige que se implemente y evalúe el cumplimiento de la Estrategia Española sobre Discapacidad 2022-2030.