Siete nuevos beatos del «holocausto católico» en España
El cardenal Amato preside en Gerona una nueva beatificación de mártires del siglo XX y recuerda que «la sociedad no necesita odio, sino amor»
La Iglesia tiene siete nuevos beatos. Los sacerdotes Antonio Arribas, Abundio Martín, José Vergara, Josep-Oriol Isern, y los hermanos Gumersindo Gómez, José del Amo y Jesús Moreno fueron beatificados el pasado sábado en la catedral de Girona en una eucaristía presidida por el cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, acompañado por el obispo de la diócesis, Francesc Pardo, por el nuncio apostólico y por numerosos sacerdotes y obispos.
Los nuevos beatos, todos Misioneros del Sagrado Corazón, pertenecían a la comunidad de Canet de Mar (diócesis de Gerona), justo al lado del santuario de la Misericordia de esta localidad, donde la congregación tuvo, hasta hace pocos años, el Seminario Menor y el Noviciado. Tenían entre 20 y 28 años y vivían su vocación a la vida consagrada dedicándose a diversas tareas pastorales y formativas cuando estalló la Guerra Civil. En ese momento, todo cambió. Al ver que corrían peligro trataron de escapar a Francia; se escondieron en varios lugares, pero fueron detenidos y fusilados.
De ellos, el cardenal Angelo Amato destacó que entregaron su vida en defensa de la fe, que fueron asesinados por su condición de religiosos, de personas consagradas, y recordó unas palabras del Papa Francisco: «El recuerdo de los mártires nos confirma en la conciencia de que la Iglesia es una Iglesia de mártires, y los mártires son aquellos que tratan de ayudar a los hermanos y de amar a Dios sin reservas».
Tuvo palabras también el purpurado para la situación de persecución que vivieron tantos religiosos, religiosas y sacerdotes durante los años 30 en España, que dio en llamar «holocausto católico», y añadió que una celebración como la del sábado es una buena ocasión para tener en cuenta que «la sociedad humana no necesita odio, sino amor». Estas palabras siguieron la línea que ya había manifestado en los días anteriores a la ceremonia el obispo de Gerona, al afirmar que «una beatificación no es una reivindicación ni una reclamación de justicia, sino sobre todo una acción de gracias de toda la Iglesia por la vida y el ejemplo de estos testimonios de fe y de vida cristiana».
A la celebración asistieron fieles de las diócesis de procedencia de los mártires –Palencia, Astorga, Burgos, Pamplona y Sant Feliu de Llobregat– y autoridades como el delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo; el director general de Asuntos Religiosos de la Generalitat, Enric Vendrell; el presidente de la Diputación de Gerona, Pere Vila; y la alcaldesa de Gerona, Marta Madrenas.
Hoy, los restos de los beatos reposan en la capilla de los mártires del santuario que los Misioneros del Sagrado Corazón tienen en Barcelona, donde dirigen desde hace 120 años un centro escolar. La celebración de su memoria será el 6 de noviembre.