Siempre Así celebra su 30 aniversario cantando en la basílica de San Pedro
El grupo sevillano pondrá la música en la Eucaristía. «La fe está en nuestro ADN y es algo que mostramos con naturalidad», afirman
Este sábado por la tarde el grupo sevillano Siempre Así canta en directo las canciones de su disco La Misa de la Alegría en una Eucaristía la en la basílica de San Pedro del Vaticano, con motivo de la celebración de sus 30 años de carrera.
«Tenemos que darle muchísimas gracias a Dios por todo lo que nos ha permitido vivir en este tiempo», asegura Rafa Almarcha, uno de sus integrantes. «Cuando empezamos en el mundo de la música, ni en el más optimista de nuestros sueños pensábamos que íbamos a estar donde estamos, llegando a tanta gente en España y en América. Tenemos mucho que agradecer a Dios», añade.
Así, en el altar de la Cátedra de San Pedro y ante el monumental retablo y vidriera del Espíritu Santo de Bernini, Siempre Así cantará y tocará temas como Gloria bendita, Yo sí creo en ti o Entra en mi cuerpo, en una Eucaristía en la que serán acompañados por 350 personas de toda España y de América y que ha sido posible gracias a una invitación de la fundación italiana Pro Musica y Arte Sacra.
Al no permitirse las guitarras en la liturgia que se celebra en San Pedro, La Misa de la Alegría la interpretarán acompañados de un órgano del siglo XVII, «una auténtica joya, va a ser algo espectacular», afirma Almarcha.
El disco, publicado ya en 2006, «era una inquietud nuestra desde hacía mucho tiempo, porque nosotros venimos de cantar en el coro de Triana y queríamos aportar nuestro granito de arena con unas canciones que se pudieran cantar dentro y fuera de los templos».
El resultado es un disco que sigue la liturgia de una Eucaristía y que «se ha metido en el corazón de muchas personas, porque todo el mundo se puede sentir identificado al escuchar las canciones», afirma el cantante.
Esta vinculación con la fe cristiana «está en nuestro ADN», asegura Rafa Almarcha, «sin necesidad de hacer alardes pero llevándola con mucha naturalidad».
Se trata de algo «que hemos recibido desde pequeños y que conlleva valores muy humanos como la amistad, el perdón y la verdad. Es algo que nos ha enriquecido y que nos enorgullece mostrar».