Congreso de evangelización y misión en Alcalá: «Si la Iglesia no evangeliza, perderá su fuerza»
La diócesis de Alcalá de Henares organiza este fin de semana el congreso de evangelización y misión Bautizados y enviados, como preparación del próximo mes extraordinario misionero convocado por el Papa Francisco para octubre
El misionero español en Etiopía Christopher Hartley, los obispos Juan Antonio Reig y José Ignacio Munilla, el director de Obras Misionales Pontificias, José María Calderón, así como diversas experiencias de evangelización callejera y en los entornos de la familia y la parroquia serán los protagonistas del congreso Bautizados y enviados, que la diócesis de Alcalá de Henares organiza este fin de semana en su palacio arzobispal.
«Llevamos varios años recogiendo en la diócesis las indicaciones del Papa Francisco en Evangelii gaudium y ahora queremos dar un paso más como preparación al mes misionero extraordinario que el Papa ha convocado para el próximo mes de octubre», dice a Alfa y Omega Javier Ortega, provicario general de Alcalá de Henares.
«Con este congreso queremos ofrecer nuestra propuesta de evangelización a más gente de dentro y fuera de la diócesis, y despertar el interés por un elemento que está indisolublemente asociado a la vida de la Iglesia», afirma.
España ha sido tradicionalmente un país misionero y «ahora es también un país de misión. Estamos en una época en la que es necesario poner el acento en la evangelización de los más alejados. La misión ad gentes es necesaria y necesitamos reforzarla, y al mismo tiempo debemos potenciar en nuestro entorno el anuncio de Cristo a quienes no le conocen o llevan años alejados de la Iglesia», reconoce Ortega, porque «si no evangelizamos, la Iglesia pierde fuerza. Si la fe si no se comunica, se pierde. Una Iglesia autorreferencial que no salga al encuentro de los alejados y no anuncie el Evangelio al final perderá toda su fuerza», concluye.
Como afirma el obispo de Alcalá de Henares, monseñor Reig, en un video promocional del congreso «cuando uno ha sido alcanzado por el amor de Dios y por pura gracia ha conocido a Jesucristo, sabe que tiene un tesoro que no se puede guardar y que tiene que comunicar».