Seis capitales europeas contra la familiofobia
El domingo, se celebró en Italia el Día por la Vida, y tras el rezo del ángelus, el Papa dirigió un mensaje a las asociaciones y movimientos «empeñados en la defensa y la promoción de la vida». Les dijo: «Que cada uno en su propio ambiente se sienta llamado a servir la vida, respetarla y promoverla, especialmente cuando es frágil y está necesitada de atención y cuidados, desde el regazo materno hasta su fin sobre esta tierra». Roma era una de las 6 capitales europeas que acogieron el domingo manifestaciones pro vida y pro familia, con el lema #Familiofobia-Stop (en Madrid, hubo también una concentración). Las mayores movilizaciones se registraron en Francia. En París (en la foto), 500 mil personas según los organizadores (la policía rebajó la cifra a 80 mil) reeditaron la Manif por tous, secundados por otras 40 mil personas en Lión (20 mil, según la policía), entre ellas el cardenal Barbarin. Los motivos de protesta se multiplican en Francia. Además de exigir la restitución de la definición legal del matrimonio como unión hombre-mujer, los manifestantes exigían la retirada de una asignatura escolar sobre teoría de género, y de los planes del Gobierno de incorporar, en una nueva ley sobre familia, la maternidad subrogada (los vientres de alquiler) y una nueva regulación de la procreación médica asistida conforme a las demandas de mujeres lesbianas. El ministro de Interior, Manuel Valls, anunció el lunes que el grupo socialista no admitiría enmiendas de otros grupos, pero horas después, ante la contestación social y la división en las propias filas, el Gobierno anunció que desiste de presentar el proyecto de ley este año. Valls, en declaraciones a Le Journal du Dimanche, habló en durísimos términos sobre los manifestantes del domingo, acusándolos de «antisistemas, racistas, homófonos… Dicho en pocas palabras, antirrepublicanos», que «no aceptan la democracia ni las elecciones del Parlamento». Días antes, hubo un nuevo acto de vandalismo contra un templo católico, la capilla de Notre Dame du Haut, en Ronchamp, del arquitecto Le Corbusier, junto a un monasterio de Clarisas.