Secretario general de Caritas Internationalis: «Retirar la ayuda humanitaria supondría una amenaza masiva»
El secretario general de Cáritas Internacional, Aloysius John, ha alertado de la «amenaza masiva» que supondría retirar la ayuda humanitaria de los países pobres o en conflicto por la situación de emergencia ante el COVID-19. John tiene previsto reunirse este sábado, 4 de abril, con el Papa Francisco, para informarle del plan de emergencia que ha puesto en práctica la organización para contener la pandemia
«Pedimos que no se retire la asistencia humanitaria de estos países, porque que representaría una amenaza masiva para estas comunidades que sobreviven solo con ayuda», ha asegurado el secretario general de Cáritas Internacional, Aloysius John.
John ha mostrado su preocupación por la situación humanitaria en Oriente Próximo, Sudán del Sur o África Central, donde un «brote de la pandemia» podría conducir a una gran «desastre humanitario» en estos países ya de por sí frágiles por las condiciones de guerra y violencia intrínsecas.
Según ha informado en una rueda de prensa virtual, las 165 organizaciones nacionales de asistencia, desarrollo y servicio social que Cáritas tiene distribuidas por todo el mundo han implementado diversos proyectos y varias medidas para apoyar, por un lado, a las poblaciones ya afectadas por la pandemia de coronavirus o, en su caso, para combatir la propagación del virus «en países donde todavía no ha llegado con fuerza».
En este sentido, ha reconocido que los voluntarios de Cáritas están «más expuestos al virus», sobre todo en los países más pobres, y algunos incluso se han llegado a contagiar, pero ha manifestado que «la obra de caridad» de la Iglesia católica sigue «en primera línea» ayudando «a los más necesitados, que en este momento de crisis son los que se quedan aún más atrás».
«Estamos ante una crisis brutal que no se parece a ninguna otra crisis que hayamos conocido antes. Es una crisis global, y ningún país está a salvo. Por eso, es un gran desafío y, al mismo tiempo, es un llamamiento a la solidaridad global», ha manifestado John.
Antes de dar cuenta de las iniciativas que ha puesto en marcha Caritas Internationalis en distintos países, John ha expresado que desde la organización de la Iglesia están preocupados por el desorden que esta pandemia ha creado en China, Europa y Estados Unidos, que han sido los más afectados hasta la fecha. Si bien, ha dejado claro que la principal alarma en el horizonte es «preparar a los países más pobres de África, Asia, América Latina y Oriente Medio, para contrastar una emergencia masiva debido a un brote repentino de la pandemia».
«Estamos trabajando en estrecha colaboración con nuestras organizaciones miembro, proporcionando soporte técnico y financiero», ha asegurado.
Asimismo, ha evidenciado que «la pérdida de medios de subsistencia, las precarias condiciones de vida y también falta de necesidades básicas», como el agua o la imposibilidad de respetar la distancia de seguridad, colocan a los campos de refugiados y a todas las personas que emigran de un país a otro en una situación de gran vulnerabilidad. «Cáritas tiene una preocupación especial por quienes viven en los campos de refugiados y por quienes están desplazados dentro de las fronteras del propio país»» ha añadido.
Por países, ha señalado que en Italia, a pesar de la dramática situación que ya deja cerca de 14.000 muertos, Cáritas ha continuado con los comedores sociales y las habitaciones para las personas sin techo, además de activar su apoyo a los ancianos que viven solos a través de la asistencia telefónica. Bajo esta óptica, ha dado cuenta de que países como Armenia, Uganda y Ucrania han activado este sistema de acompañamiento telefónico.
En Venezuela, donde la difusión del virus ha agravado la crisis social y sanitaria, los voluntarios de Cáritas se encargan de llevar comida y un kit de higiene básico a domicilio para la población más vulnerable. En India, donde la pandemia todavía es emergente, Cáritas ha suministrado más de 72.000 geles desinfectantes de manos, además de más de 400.000 mascarillas y 64.000 kits de higiene básica. En Filipinas, han ideado una plataforma llamada Estación de amabilidad, donde distribuyen a los más necesitados alimentos y otros objetos de primera necesidad. En los países que todavía no han sido golpeados masivamente por el coronavirus, como Ruanda, Cáritas ha implementado un sistema para difundir información correcta y prevenir así en la medida de lo posible el contagio. Además, ha creado una plataforma virtual que permite seguir la evolución del virus país por país e identificar cuáles son las mejores prácticas, además de recibir consejos de expertos sobre los comportamientos correctos que deben seguirse.