Muere en Mallorca un sacerdote investigado por abusos
Las denuncias tuvieron lugar recientemente y la investigación diocesana se encontraba todavía en fase inicial
«Encomendamos a la infinita misericordia de Dios Padre a nuestro presbítero diocesano, y compartimos el dolor de familiares, amigos y de todos los que le hemos apreciado y amado». Así comienza la nota que hizo pública el domingo pasado la diócesis de Mallorca, en referencia a la noticia del presunto suicidio del sacerdote Guillem Feliu y Ramis, aparecida en medios locales.
En el comunicado, la diócesis reconoce que la oficina del Obispado que cuida la protección de los menores recibió «recientemente» dos denuncias de presuntos abusos a menores por parte del cura, que presuntamente habrían ocurrido hace unos años. Al no haber prescrito canónicamente los supuestos abusos, «inmediatamente se procedió a aplicar los protocolos vigentes», señala la nota. Así, «se decretó la apertura de una investigación previa y, dado que se trataba de un párroco actualmente en activo, se intimaron las medidas cautelares previstas ante este tipo de denuncias, siempre respetando y acompañando a las presuntas víctimas», añade, «sin por ello dejar de defender la presunción de inocencia a la que tiene derecho el presbítero».
La trágica muerte del sacerdote ha sucedido en un momento en el que la investigación se encuentra todavía en la fase inicial, «sin haber podido llegar a ninguna conclusión», dice la diócesis, por lo que solicita «que se respete» la memoria del sacerdote denunciado y a los denunciantes.