«Se ha dicho que los menores no acompañados son delincuentes y no se corresponde con las evidencias»
En un encuentro en la Fundación Pablo VI, el director General de Migraciones, Santiago Yerga, ha pedido que no se los criminalice ni se los estigmatice
La Fundación Pablo VI ha reflexionado sobre «el reto migratorio» en una nueva edición de los Encuentros para una nueva era. En él, los participantes han abogado por una intervención integral –tanto en destino como en origen-, que sea solidaria, coordinada y que no estigmatice a los migrantes.
En el coloquio ha intervenido Santiago Yerga, director General de Migraciones, que ha pedido a los países de la Unión Europea «ser conscientes de que no solo basta con el control de las fronteras», sino «que hay que ofrecer a los países emisores una ventana de esperanza» en forma de «habilitar una migración regulada, ordenada y segura».
Asimismo, ha pedido a los distintos sectores de la población «tratar de evitar la polarización». En este sentido, ha defendido el trabajo de las organizaciones y personas que se dedican al salvamento o acogida de los migrantes, al que ha calificado como «impagable». Estas entidades «ni son las culpables, ni colaboran con el efecto llamado; hacen una labor humanitaria y la vida humana está por encima de cualquier otra cosa».
De igual forma, ha llamado a «no criminalizar ni estigmatizar» a los menores extranjeros no acompañados, a los que ha tratado de evitar llamar «menas» porque «este acrónimo creo que contribuye a lo que precisamente estoy denunciando». Y ha recordado que «antes que extranjeros o inmigrantes, son menores y hay que recordar que España suscribió el convenio internacional de los derechos del niño».
Por último, también ha querido mencionar a los jóvenes ex tutelados y ha instado a preguntarnos como sociedad qué les hemos dado, qué oportunidades les hemos ofrecido, cuando eran menores y estaban en el sistema de protección. En este sentido, ha reclamado alternativas serias y eficaces. «Se ha dicho que estos chavales son delincuentes cuando para nada se corresponde con las evidencias empíricas».
Intervención en origen
En el encuentro, también ha participado Fernando Clavijo, senador y expresidente de Canarias, que ha definido al pueblo canario como «solidario y acogedor», pero «al que también preocupa que Europa nos pida ser un muro para tapar la ruta del atlántico».
En primer lugar, ha abogado por «una respuesta más global y solidaria», porque en el contexto de crisis actual «no podemos asumir solos este reto» y porque «no vale de nada cerrar una ruta» sin atajar el problema, «porque si no surgirá en otro lugar». En este sentido, ha defendido la posibilidad de «trabajar en los países de origen».
El expresidente, por último, ha advertido contra los que, «de manera irresponsable, quieren hacer demagogia con este asunto y tratar de sacar un puñado de votos». Esto, «afortunadamente», «creo que no está cuajando en el pueblo canario –que no es xenófobo-», pero «necesitamos una respuesta del Gobierno y de la UE a esta situación».
Oportunidad de crecimiento
En el coloquio también se encontraba presente Alberto Ares, director del Instituto Universitario de Estudios sobre Migraciones de la Universidad Pontificia Comillas, quien ha hablado del reto migratorio como una «realidad compleja», que es también «una gran oportunidad de crecimiento» y que plantea «serios interrogantes a nuestra propia identidad o solidaridad».
Asimismo, ha advertido contra el hecho de fijarse solo en las fronteras «como un espacio de separación, de negación», cuando en numerosas ocasiones «muchas veces las fronteras han sido espacios de encuentro, de diversidad, de acoger nuevas tradiciones, productos…».
En esta línea, ha pedido dejar de tratar a la «inmigración como un chivo expiatorio» y caer en la cuenta de que «nos jugamos el futuro de nuestra nación en cómo gestionamos la diversidad» o en cómo logramos esa «cohesión social». Por este motivo, ha dicho que los Centros de Internamiento de Extranjeros «no son una buena herramienta para el fin por el que existen», ha instado a su cierre y a la búsqueda de alternativas.
Bauluz y la hermana Leti
El acto ha contado con la participación telemática del fotoperiodista, y premio Pulitzer, Javier Bauluz, quien ha afirmado que «en Canarias hay una violación continuada y masiva de los derechos humanos». Estas personas, ha dicho, «ponen en riesgo su vida por el efecto huida. Huyen del hambre, de la violencia… y tienen derecho a buscar una vida mejor».
Por su parte, la hermana Leti, misionera scalabriniana y delegada de Migraciones de Guadalajara (México), ha subrayado que «la gente sale de sus casas» porque «no tienen una vida digna en sus países». Ante esta situación, «la gente hace lo inimaginable», ha concluido.