Se consuma la disolución del Sodalicio de Vida Cristiana

Se consuma la disolución del Sodalicio de Vida Cristiana

José David Correa, superior general de esta sociedad de vida apostólica, ha firmado este lunes el decreto para su supresión, que se dio a conocer en enero

María Martínez López
Adoración al Santísimo en una capilla.
Una de las últimas actividades de las que informa la web del Sodalicio, en enero, en Argentina. Foto: Sodalicio de Vida Cristiana.

El Sodalicio de Vida Cristiana ya ha dejado de existir. Tres meses después de que el Papa decretara su disolución, José David Correa, «el superior general […] ha firmado el decreto de supresión de nuestra comunidad en la sede del Dicasterio para Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica, en presencia de sor Simona Brambilla, prefecta del dicasterio». Así se recoge la extinta realidad eclesial en un comunicado publicado este lunes en su página web. Informa asimismo de que Jordi Bertomeu Farnós ha sido nombrado comisario apostólico para todo lo relacionado con la supresión.

La radical decisión de la Santa Sede se dio a conocer a mediados de enero a través de una filtración mientras el Sodalicio estaba celebrando su asamblea en Brasil. Sin embargo, no se ha firmado hasta este 14 de abril.

El comunicado destaca que su mirada se dirige a las víctimas de los abusos cometidos por su fundador, Luis Fernando Figari, y otros miembros. «Les reiteramos nuestro sincero pedido de perdón por los maltratos y abusos cometidos en nuestra comunidad».

«Pedimos perdón también a toda la Iglesia y a la sociedad por el dolor ocasionado». En este sentido, el texto muestra su confianza en que «los esfuerzos que hicimos en el proceso de reparación den frutos, y seguiremos ofreciendo nuestras oraciones para que el Señor pueda sanar las heridas que se han producido».

La cúpula de la suprimida sociedad expresa gratitud a los laicos y clérigos, «que han sido parte de la comunidad a lo largo de nuestra historia y que generosamente han dedicado años de su vida a colaborar con la misión apostólica de la Iglesia». Por último, expresan la «esperanza» con la que se encomiendan a las oraciones de la Iglesia para que este sea «un tiempo privilegiado de conversión y de escuchar renovadamente la voz de Dios». «El Buen Señor tiene caminos misteriosos por los cuales siempre puede hacer nuevas todas las cosas», afirma el comunicado.

En agosto del 2024 había sido expulsado del movimiento su fundador, Luis Fernando Figari, por acusaciones de violencia física, psicológica y sexual, incluso contra menores. El Sodalicio de Vida Cristiana, fundado en Perú, había sido reconocido canónicamente como sociedad de vida apostólica laical de derecho pontificio en 1997.

Las primeras acusaciones de abusos surgieron a principios de la década de 2000 tras las denuncias de antiguos miembros y las investigaciones de los medios de comunicación. En julio de 2023, el Papa Francisco había enviado a Perú a dos examinadores especiales para «investigar, escuchar e informar» sobre el caso: el arzobispo de Malta, Charles Scicluna, y el sacerdote español Jordi Bertomeu, ambos miembros del Dicasterio para la Doctrina de la Fe.