Scicluna lamenta que el Gobierno de Malta tenga «los corazones cerrados» - Alfa y Omega

Scicluna lamenta que el Gobierno de Malta tenga «los corazones cerrados»

El arzobispo del país mediterráneo reclama que se deje operar a las embarcaciones de las ONG en los puertos y se colabore en los rescates

Redacción
Foto: AFP / Claudio Reyes.

El arzobispo de Malta, Charles Scicluna, ha manifestado su tristeza por la decisión del Gobierno de su país de no aceptar en su puertos a los barcos de las ONG que rescatan a inmigrantes en la costa mediterránea. Lo hizo a través de su cuenta de Twitter, donde le acusa de tener «los corazones cerrados». «Las situaciones difícil exigen lo mejor de nosotros. El primer pensamiento que deberíamos tener con las personas en peligro es que son seres humanos. Puertas cerradas; puertos cerrados; corazones cerrados; en efecto, muy triste», escribe el prelado.

Además, en ese mismo mensaje, muestra su apoyo sin fisuras al comunicado conjunto que varias ONG habían hecho público previamente y en el que se lamentaba que «las consecuencias de la medida son potencialmente fatales, ya que estas embarcaciones no podrán seguir salvando vidas en el Mar Mediterráneo». Y por tanto, «más personas perderán la vida en su intento de alcanzar un lugar seguro».

La nota también se dirige a la Unión Europea, a la que acusa de no tener planes para aumentar su capacidad de rescate, una tarea que deja en manos de la guardia costera de Libia. «La muerte de 100 migrantes hace unos días, después de que el barco de una ONG española fuera advertido de que se ocuparía de ellos la guardia costera libia, pone de manifiesto las consecuencias del rechazo de la colaboración con las ONG, así como la limitación de su trabajo», añade.

Y concluye: «Pedimos al Gobierno de Malta que reconsidera su decisión y permita a las embarcaciones de salvamento de las ONG operar en sus puertos». Y no solo eso, sino que apoyen los esfuerzos que están realizando en materia de rescates y que permitan a los inmigrantes desembarcar allí, independientemente del país final al que se dirijan.