San Ireneo de Lyon ya es doctor de la Iglesia

El Papa Francisco ha aprobado este viernes un decreto por el que declara a san Ireneo de Lyon doctor de la Iglesia con el título Doctor unitatis. Se convierte así en el segundo doctor de la Iglesia proclamado durante su pontificado después de San Gregorio Narek en 2015.

«Venido de oriente, ha ejercido su ministerio episcopal en occidente. Su nombre, Ireneo, expresa la paz que viene del Señor y que reconcilia. Que la doctrina de tan grande maestro pueda animarnos en el camino hacia la comunión entre todos los discípulos del Señor», afirma el Papa en el texto.

El visto bueno papal llega un día después de que el prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, Marcello Semeraro, le presentara el dictamen afirmativo de los cardenales y obispos miembros del dicasterio.

El Pontífice anunció el pasado mes de octubre que declararía doctor de la Iglesia con el título de Doctor unitatis al santo nacido en Esmirna y muerto en Lyon. «Fue un gran puente espiritual y teológico entre los cristianos de oriente y occidente», dijo ante el grupo de Grupo de trabajo mixto ortodoxo-católico San Ireneo.

Durante la reunión, el Papa autorizó el reconocimiento de las virtudes heroicas de tres siervos de Dios. Se trata de Francesco Saverio Toppi, de la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos, arzobispo de Pompeya o de la Santísima Virgen del Rosario; María Teresa de Vincenti, fundadora de las Pequeñas Obreras de los Sagrados Corazones; y Gabriella Borgarino, de la Compañía de las Hijas de la Caridad. Los tres son naturales de Italia.

Sin ejercicios espirituales para la Curia

Por otra parte, según recoge Vatican News, este año tampoco se podrán celebrar comunitariamente los tradicionales ejercicios espirituales de la Curia Romana. Por ello, el Pontífice ha invitado a todos sus miembros a que se organicen de manera personal para retirarse en oración desde el 6 al 11 de marzo. Él mismo ha suspendido todos los compromisos de esa semana, incluida la audiencia general.

El año pasado, Francisco regaló a todos el libro Ten al Señor en el corazón, publicado por San Pablo y editado por el sacerdote jesuita Daniele Libanori. El volumen iba acompañado de una carta en la que el Papa subrayaba que esas páginas ayudarían en la vida espiritual.