Salvados por Bergoglio
Salvados por Francisco es el título del libro que recoge 25 testimonios de personas rescatadas por el Papa Francisco de la persecución de la dictadura militar argentina. Entre ellos hay dos jesuitas españoles
Jorge Mario Bergoglio fue «un temerario». Así lo califica Aldo Duzdevich, autor del primer libro de un argentino que recopila veinticinco testimonios de personas que salvaron sus vidas porque el Papa Francisco logró liberarlos de la sofisticada maquinaria para la desaparición forzada creada desde el Estado argentino en la década de los años 70.
Con apenas 39 años, el recién elegido provincial de los jesuitas se convirtió en una especie de versión argentina de Hugh O’Flaherty, el sacerdote irlandés que, en plena persecución nazi, organizó una red secreta desde el Vaticano con la que salvó las vidas de unas 4.000 personas, la mayoría judías.
Salvados por Francisco llegará a España a principios de septiembre, de la mano de Ediciones B. Su autor vivió en primera persona la persecución de los militares, los allanamientos ilegales en su casa, la privación de la libertad y hasta el asesinato de compañeros de militancia. Duzdevich, de formación católica en su infancia y adolescencia, integraba la organización Montoneros. Como paradoja de la historia fue otro miembro de Montoneros, el periodista Horacio Verbistky, quien propagó la versión de que Bergoglio fue cómplice de la dictadura y entregó a dos hermanos jesuitas, Orlando Yorio y Francisco Jalics. Esa campaña de difamación durante muchos años se movió a un nivel estrictamente local, pero el 13 de marzo de 2013 se mundializó.
La realidad sin embargo es que Bergoglio, provincial de los jesuitas entre 1973 y 1979, salvó a numerosas personas de una muerte segura, incluidos varios jesuitas. Es el caso de los andaluces José Luis Caravias y Francisco de Paula Oliva, expulsados de Paraguay por el régimen militar, que se refugiaron en Argentina.
La lista de Bergoglio, del periodista italiano Nello Scavo, fue el primer libro en revelar el papel que jugó Bergoglio durante la dictadura, pero sin entrar a fondo en el contexto político y social de aquellos años. Justamente esa fue la razón por la que Duzdevich —autor de La lealtad: Los montoneros que se quedaron con Perón— se lanzó a escribir su libro.
Otra de las particularidades de este investigador es que no conoce al Papa ni tiene vínculos con la Iglesia. Tampoco asiste a Misa, aunque el Papa hizo un reconocimiento de su libro al responderle una carta en las vísperas de un nuevo aniversario del último golpe militar argentino, el 24 de marzo de 1976.
El libro fue presentado el 13 de marzo (aniversario de la elección de Bergoglio) en la Cámara de Diputados de la Nación. El autor escribió al Papa el pasado 23 de marzo para informar al Papa de un nueva presentación en la sede de la Central General de Trabajadores (CGT) al día siguiente. El mismo 24 llegó la respuesta de Francisco, agradeciendo a Duzdevich, q quien llama «querido hermano», su «amor a la patria». El Pontífice agradece que este libro «no sea la biografía de una persona (a quien las circunstancias la quieren convertir en personaje), sino la historia de la patria, con ilusiones y contradicciones, sus triunfos y derrotas… la historia de esa patria que nunca, ni en las buenas ni en las malas, deja de ser la Madre Patria». «Y tender puentes —añade el Papa— es sí algo sobrehumano. Me gusta lo que Ivo Andric dice en su obra El puente sobre el río Drina: los puentes son las alas de los ángeles que Dios puso para unir las cumbres de las montanas y las orillas de los ríos, para que los hombres puedan comunicarse. Es trabajo de ángeles… pero también de las ganas que tengamos nosotros de encontrarnos. Ojalá su libro haga crear, en los argentinos, la cultura del encuentro». El Papa hace notar que escribe esas líneas en un aniversario «que me trae tantos recuerdos dolorosos. Me uno a mi pueblo en este día».
Alfa y Omega preguntó a Aldo Duzdevich la razón que lo motivó a escribir Salvados por Francisco. «La indignación por la injusticia que se comete sobre el Papa», asegura rotundo. «Fue un proceso persistente durante años de difamación y calumnia que se reactivó y resignificó a nivel mundial. El eje era haber entregado a dos jesuitas; luego se cambió esa acusación a que no los había protegido, algo que no es verdad. Jorge Bergoglio les salvó la vida. Nadie en nuestro país salía a dar una respuesta, así que, casi de casualidad, por un artículo que escribí donde lo defendía, se generó una buena repercusión y una persona me sugirió escribir un libro. Sentía una gran vergüenza por que fuera un italiano [el periodista Nello Scavo] quien dijera la verdad a los argentinos y nadie lo hiciera desde Argentina y con la visión de la historia coyuntural de esa época».
¿Por qué considera al Papa «un sobreviviente de la dictadura militar»?
La palabra «sobreviviente» es por ciertas conductas o pensamientos que arrastramos aquellos que vivimos esa etapa, una de esos pensamientos es la sensación de culpa, y él lo ha dicho no haber podido haber podido resolver los pedidos de más gente, protección y eso a él lo marcó.
Dos sacerdotes españoles fueron salvados por Bergoglio. ¿Qué nos puede contar?
El sacerdote jesuita español José Luis Caravias, nacido en Andalucía, siempre vivió en estado de compromiso con los pobres, y a finales de los años 60 comenzó a trabajar con las ligas agrarias en Paraguay para organizar a los campesinos en cooperativas. Y el otro jesuita sevillano Francisco de Paula Oliva, debido a su postura crítica asesorando a grupos juveniles y movimientos sociales, fue expulsado del Paraguay por la dictadura del general Alfredo Stroessner y luego se refugió en Argentina.