Rodríguez Carballo en el funeral de Fernández Vara: «Era un hombre bueno»
El arzobispo ha presentado al expolítico socialista Guillermo Fernández Vara, que ha fallecido a causa de un cáncer, como un «cristiano» que «acudía todos los domingos a la Eucaristía»
El expresidente de la Junta de Extremadura Guillermo Fernández Vara ha sido despedido este lunes en un multitudinario funeral celebrado en su localidad natal, Olivenza. La ceremonia ha estado marcada por la emoción y los aplausos al exdirigente socialista extremeño, fallecido este pasado domingo.
Pocos minutos después de las 11:00 horas ha llegado a la iglesia de la Magdalena en Olivenza el féretro con los restos mortales de Fernández Vara, que ha sido recibido con una ovación. Varios cientos de personas han acudido a despedir al político extremeño, que dirigió al grupo socialista local durante 16 años.

Entre ellos se encontraba el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero y los ministros de Presidencia, Félix Bolaños; de Economía, Carlos Cuerpo; de Vivienda, Isabel Rodríguez, y de Agricultura, Luis Planas.
También han asistido la presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol, y el presidente del Senado, entre otras autoridades, junto a las máximas autoridades regionales, como la presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola; la presidenta de la Asamblea de Extremadura, Blanca Martín; la presidenta del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura, María Félix Tena, o el delegado del Gobierno en Extremadura, José Luis Quintana.
El funeral ha sido celebrado por el arzobispo de Mérida-Badajoz, José Rodríguez Carballo, quien en su homilía ha definido a Fernández Vara como «un hombre bueno» y «un político comprometido en la vida pública, buscando el bien de Extremadura, y todo ello sin dejar de ser y de presentarse como cristiano».
De hecho, según ha asegurado Rodríguez Carballo, el expresidente «acudía todos los domingos a este templo para participar en la Eucaristía». De esta forma, «su ser de político cristiano se reflejaba en su estilo de vida: cercano, sencillo, dialogante, sin querer herir al adversario político», ha valorado durante la homilía el arzobispo, quien ha estado acompañado en el altar por los obispos de Coria-Cáceres y de Plasencia, Jesús Pulido y Ernesto Jesús Brotóns, respectivamente.